El Resurrection Fest de Viveiro (Lugo), ha sido objeto de controversia después de que varias bandas anunciaran la cancelación de su participación en el evento. La decisión de los grupos se produce tras conocerse que el festival forma parte de la plataforma internacional Superstruct Entertainment, participada desde hace unos meses por el fondo estadounidense KKR.
La banda madrileña de hardcore Crossed comunicó la cancelación de su actuación prevista. En su nota oficial afirmaron:
🗣️ “Tras conocer la vinculación del Resurrection Fest, en mayor o menor medida, con el fondo KKR, decidimos cancelar nuestra participación. Es difícil ser coherente y consecuente hoy en día, pero sentimos que tenemos el privilegio y la obligación de hacerlo. Forza, Palestina”.
Pocas horas después, también se bajó del cartel la formación valenciana Gigatron, que calificó su retirada como un «acto de objeción de conciencia»:
🗣️ “No somos capaces de defender una actuación de Gigatron con esa nube tóxica sobre nuestras conciencias. No podemos actuar en festivales que se encuentren bajo una estructura financiada por un fondo vinculado a un genocidio, sin traicionar lo que somos y lo que defendemos como banda”. La banda quiso dejar claro que su decisión “no va ni contra los organizadores ni contra los fans”, a quienes expresaron su respeto y ofrecieron disculpas.
En contraste, la banda Ángelus Apátrida, también incluida en el cartel, decidió mantener su actuación. En un vídeo difundido en redes sociales, su vocalista explicó:
🗣️ “Para ser 100 % coherentes con esto deberíamos cancelar prácticamente todo. Deberíamos abandonar incluso nuestra discográfica, Sony Music, porque fue adquirida por una gran multinacional donde también participan algunas de estas firmas. Somos trabajadores que malvivimos de nuestro trabajo. Este sistema, lamentablemente, es el que es”.
La organización del Resu se defiende
Por su parte, la organización del Resurrection Fest emitió un extenso comunicado en el que rechaza rotundamente cualquier relación directa con conflictos internacionales, y subraya la independencia en la gestión del evento.
📣 “Condenamos la masacre que está sufriendo el pueblo palestino y mostramos nuestra solidaridad con ellos en esta grave crisis humanitaria. Pero queremos dejar claro que el Resurrection Fest no financia ninguna guerra”, señala el texto.
Desde la dirección se explicó que, como otros festivales internacionales, Resurrection cuenta con socios externos para asegurar su sostenibilidad, especialmente desde la pandemia. En ese marco, se integraron en 2022 en la red de Superstruct, cuyo accionariado incluye diversos inversores, entre ellos KKR.
La organización insistió en que:
🗣️ “Resurrection Fest quiere dejar claro que no está vinculado a ninguna acción de los posibles inversores de sus socios, distanciándose de ellos y sus decisiones. La gestión del festival es totalmente independiente y está a cargo de empresas gallegas, con total autonomía en la toma de decisiones desde su fundación hasta hoy”.
Además, el festival defendió su trayectoria como un espacio multicultural con participación de artistas y público de más de 40 países, y destacó el impacto social y económico del evento en la región.