ATHENA – EVERFLOW PART 1: FRAMES OF HUMANITY (REIGNING PHOENIX) – 2024
Veintitrés años hemos tenido que esperar para que los italianos Athena, ahora conocidos como Athena XIX, se volviesen a juntar.
La banda liderada por el guitarrista Simone Pellegrini regresa a la escena más de dos décadas después desde aquel último Twilight of Days del año 2001, de nuevo virando en cierta manera en su propuesta, abandonando el Power Metal melódico que arropaba aquel álbum, abrazándose de lleno con el Metal Progresivo con el que ya habían trabajado previamente, es cierto que ahora con una concepción artística mucho más vanguardista, muy en la línea de todo el nuevo ProgMetal europeo de los últimos años.
Un buen disco con matices
Everflow Part 1: Frames of Humanity es un buen disco, no cabe ninguna duda, pero también es cierto que a mí me ha dejado un poco a medias. Las expectativas eran muy altas después de tanto tiempo de parón y aunque, repito, la calidad de este nuevo plástico es innegable, para mí se queda en una especie de quiero y no puedo, un disco técnicamente irreprochable, pero algo cojo en sus melodías.
Es cierto que no ayuda que tengo demasiado escuchado a Fabio Lione, lo que sin duda me resta frescura, añadiendo que tampoco está en su mejor momento, pero, repito, las melodías no acaban de enganchar y al final todo se acaba diluyendo en un manto de excesiva modernidad y demasiado vanguardismo, incluso con algunos arreglos de sintetizador, para mí gusto, fuera de lugar.
La banda consigue mantener todo su line up original, todo un mérito para los tiempos que corren, por lo que, además de a Fabio y Simone, nos encontramos a Matteo Amoroso en la batería, excelente una vez más, a Alessio Sabella al bajo y a Gabriele Guidi a los teclados, otra vez con muchísimo peso en la mezcla.
Lo dicho, en mi opinión, a pesar de la calidad, algo decepcionante. Disco muy técnico, pero quizás algo excesivo en cuanto a vanguardismo se refiere, sin demasiado cuidado en las melodías.
Destacaría, por encima del resto dos temas como «I Wish», con colaboración de Roy Khan en las voces solistas, y «Where Innocence Disappears», sin duda el mejor tema del plástico, con los teclados jugando un papel fundamental, desarrollando además unas cadencias rítmicas hiper pegadizas y con la línea vocal más acertada de toda la obra.
Buen disco, ojalá hayan reaparecido para quedarse definitivamente.