DARK TRANQUILLITY – ENDTIME SIGNALS (Century Media) – 2024
Nuevo trabajo de los suecos Dark Tranquillity, decimotercer álbum de su carrera, editado casi 4 años después de su excelente Moment de 2020.
La banda vuelve a escena con un line-up muy renovado, eso sí, asentado en tres pilares fundamentales, Johan Reinholdz en las guitarras, ya en su segundo trabajo con la banda, en este caso como único guitarrista y como principal compositor del plástico, con Martin Brändström a los teclados, liderando todo el trabajo técnico de producción y parte también fundamental en el proceso compositivo, pieza clave en la banda desde su entrada en 1998, y, cómo no, único miembro original-fundador, el gran Mikael Stanne a las voces, escribiendo también todas las letras del disco.
Por el resto, llegada de una nueva base rítmica, savia joven para el combo, con Christian Jansson al bajo y Joakim Strandberg-Nilsson a la batería, ambos realizando un muy buen trabajo.
La esencia de Dark Tranquillity
Endtime Signals respira la esencia del grupo por todos sus poros, toda su idiosincrasia musical sigue absolutamente presente, con la melodía como principal reclamo, centro neurálgico de toda su propuesta, con los teclados tremendamente protagonistas y los tempos no excesivamente veloces, eso sí, todo arropado por la voz cavernosa y decadente del bueno de Mikael. Endtime Signals no decepciona, todo lo contrario, sigue manteniendo a la banda en esa posición de privilegio del Metal Extremo europeo, sin duda la banda número 1 del Death Metal Melódico internacional, estandarte fundamental de toda la Escuela Göteborg.
Aún manteniendo toda su esencia intacta, Endtime Signals vuelve a sorprender, sin duda, aportando nuevamente matices innovadores y, sobre todo, una construcción artística entendida desde la perspectiva del año 2024, y en todo esto, con seguridad, ha tenido mucho que ver el gran Johan Reinholdz, principal compositor del álbum.
Todas sus guitarras suenan precisas, excelentes, aportando a cada tema todo lo que necesita, desde unos riffs absolutamente ciclópeos, a medio camino entre la escena clásica, las raíces progresivas del propio Johan y la tradición musical del melodeath, siempre dando primacía a la melodía y a una concepción cristalina de los arreglos, con la mano imprescindible, cómo no, del mago Brändström tras los teclados y los sintetizadores.
Equilibrio perfecto entre tradición e innovación, puesto claramente de manifiesto en cortes como «Not Nothing», primer single, una absoluta maravilla, con un estribillo que es pura mermelada, un riff principal magnético y una dinámica melódica devastadora, o la misma «Drowned Our Voices», otra vez mesurada de manera majestuosa entre la parte más visceral del grupo y su perfil más melódico.
Calidad y talento por toneladas
Calidad y talento por toneladas, magia y sofisticación estilística que aturden, con canciones imprescindibles como «Neuronal Fire», como arrancada de sus orígenes musicales, con una atracción melódica indiscutible, «One Of Us Is Gone», de lo más innovador del plástico, cantada íntegramente en voz limpia, rescatada de los archivos de la banda, escrita por el fallecido Fredrik Johansson, miembro fundador, y utilizada en este caso como tributo a su memoria, o la fantástica, por citar otro ejemplo, «Enforced Perspective», en este caso tirando de tremolo picking a la hora de desarrollar la línea melódica principal, de nuevo con una dinámica hiper clásica, reivindicando nuevamente sus raíces, otra vez, claro está, con los teclados omnipresentes.
Enorme trabajo, otra vez, el de los suecos, otro álbum que se convertirá en otro imprescindible de su carrera. Estos chicos están tocados por la mano de Dios, nunca fallan, nunca defraudan. No me quiero despedir sin mencionar el trabajo absolutamente extraterrestre de Johan Reinholdz a las guitarras, decisivo en todo el desarrollo del LP, diseñando además un conjunto de líneas solistas que, aún respetando la idiosincrasia musical de la banda, hacen justicia, con la máxima seriedad, a su calidad como guitarrista y a su dimensión como instrumentista.