GINEVRA – WE BELONG TO THE STARS (FRONTIERS RECORDS)
En Septiembre del pasado año 2022 se estrenaba el primer trabajo de Ginevra, uno de los últimos proyectos de Frontiers Records, cómo no, con Alessandro Del Vecchio formando parte de la dirección artística, secundado por el maestro Magnus Karlsson a las guitarras, trabajando también en la composición, contando, además, con la presencia del genial Kristian Fyhr a los micros, excelente vocalista sueco que dejó boquiabierto a la escena en su debut del año 2021 con Seventh Crystal.
Ginevra, unión de talento
A pesar de las numerosas críticas, Frontiers vuelve a acertar uniendo el talento de dos luminarias como Karlsson y Fyhr, brillando a gran nivel en un disco que vuelve a convencer, que vuelve a emocionar. Como decía antes, el peso compositivo corre a cargo del italiano Del Vecchio, que no colabora en la instrumentación, pero sí lidera la faceta creativa, obviamente en estrecha colaboración con Karlsson, construyendo un total de 11 canciones a gran nivel, marca de la casa, a medio camino entre el Hard más pomposo y la parte más clásica del Heavy Metal, con muchos teclados en la mezcla, con una guitarra, una vez más, impecable y, sobre todo, con un gusto exquisito en todas las melodías, perfectamente interpretadas y moduladas por el gran Kristian Fyhr.
Disco homogéneo
Emocionan canciones como «My Rock’N’Roll», «Unbreakable», la inicial «Siren’s Calling» o la propia «Masquerade», colaboración incluida de la apisonadora Chez Kane a las voces. Todo el disco es muy homogéneo, sin altibajos, con un nivel compositivo medio muy elevado, en la misma línea que todo el trabajo técnico de producción, hiper cristalino, con el sello igualmente del propio Del Vecchio.
Hard/Heavy muy melódico, muy bien construido, impecable desde las melodías y con dos seguros de vida a las guitarras y voces respectivamente.
A Magnus ya todo el mundo lo conocemos y sabemos de lo que es capaz, y Fyhr es un auténtico fuera de serie, un tipo que canta con un gusto sobrehumano, con un timbre precioso y con un control de la modulación alucinante, un vocalista que va para figura y que si todo ese negocio fuese justo debería acabar convertido en toda una estrella del género.
Bravo.