Segundo trabajo, en este caso en formato EP, del genial guitarrista gallego.
El talento de Sanjorge está fuera de toda duda y aquí lo vuelve a demostrar gracias a un puñado de nuevas composiciones donde la melodía y el buen gusto vuelven a primar por encima todo, sin descuidar, eso sí, ni técnica ni virtuosismo.
Diego vuelve a delegar todo el trabajo de producción en manos de José Rubio, encargado de todo el trabajo técnico de grabación, masterización y mezcla en sus Meigasound Studios de Castrelo de Miño, de nuevo con la máxima exigencia profesional y el mejor de los resultados, con el aliciente además de contar con el gran Anxo Silveira (ex-Talesien, Evil Hunter) a la batería.
Oneiromancy nos presenta, como decía, al Diego Sanjorge más melódico, dibujando fraseos, licks y arreglos con una clara orientación hacia la melodía, pero siempre exigente técnicamente hablando, con la velocidad y el máximo rigor instrumental entre ceja y ceja.
Salta a luz que sus influencias están concienzudamente equilibradas, oscilando desde el gusto melódico en la ejecución de los arpegios y del sweep picking, muy de la Escuela Vinnie Moore, hasta las rítmicas intrincadas y líneas solistas tortuosas de orígenes en sonidos más enrevesados, puestas de manifiesto en influencias, casuales o buscadas, de guitarristas como Andy James o el más sinuoso Jason Becker.
En cuanto a canciones bastaría con destacar tres imprescindibles como «Ancient Omen», escondida en medio del plástico, con un aroma Timo Tolkki en sus métricas y en sus melodías que aturde, con mucho peso y viscosidad en sus cadencias, «The Wanderer», con un riff central demoledor, con la batería de Anxo en pura efervescencia, exquisita además en cuanto a líneas solistas, escalas, arpegios…, sin olvidarnos del inicial «Enter Hades», de nuevo tirando de una rítmica muy gruesa, grabada con su Schecter Blackjack 7 cuerdas, y otra vez de un conjunto de filigranas solistas colosales, dominando, sometiendo y combinando a su antojo recursos tan efectivos como las escalas a una cuerda ligando con cuerda al aire, el sweep picking, los, tan estéticos al oído, arpegios disminuidos o las escalas a tres notas por cuerda a toda velocidad con púa alternada, todo ello, por supuesto, con un concepto melódico meridianamente claro.
Terminando, el gran referente del shred gallego, un músico talentoso con un buen gusto indiscutible, un artista trabajador y exigente como pocos que con el máximo esfuerzo consigue sacar adelante otro trabajo impecable, con todo el mérito que ello conlleva dados los tiempos que corren.