Segunda entrega del proyecto Allen-Olzon editado hace cosa de un mes, de nuevo bajo la dirección artística de Mr. Magnus Karlsson, encargado una vez más de todo el trabajo de composición, producción, guitarras, bajos y teclados.
Magnus vuelve a poner toda la carne en el asador, con la máxima exigencia artística, para responder con los mismos estándares de calidad que nos había entregado en la primera parte. Karlsson siempre se mueve en la excelencia, pero parece que trabajar con Russell Allen le motiva especialmente. Todos los trabajos que ha grabado con el vocalista norteamericano se sitúan en unos niveles de calidad elevadísimos.
Army of Dreamers sigue la misma senda musical que aquel Worlds Apart del año 2020, de nuevo con muchísima presencia de melodía, siempre con bases en el Heavy Metal clásico, pero aderezado y arreglado con esencias de Metal Sinfónico, Power Metal y Hard Rock.
Todo el trabajo de arreglos vuelve a ser colosal, con los teclados siempre presentes, imprescindibles, y con las orquestaciones jugando con la armonía y diseñando todas y cada una de las melodías. A todo ello se suma un trabajo de producción impecable, coronado nuevamente por un trabajo sobresaliente de los dos vocalistas, Allen al nivel acostumbrado, queriendo sonar si cabe más melódico, dejando de lado su perfil más agresivo, extraterrestre en la afinación, y Anette igual de presente y cristalina que en la entrega anterior.
Musicalmente hablando, Army of Dreamers vuelve a convencer, vuelve a enamorar. Todo suena a las mil maravillas, todo suena en su sitio, con un concepto melódico irreprochable, además de un gusto y una elegancia incuestionables. Es muy difícil encontrar defectos en un disco como este, donde todas las canciones se han diseñado con el máximo cariño, como decía anteriormente, con la melodía como centro de su propuesta, con nombres propios como «Until Its Over», «A Million Skies», «I Am Gone» o, cómo no, el tema título, fantástico, como claros ejemplos de lo que trato de relatar. Puro Heavy Metal melódico, pura adrenalina, puro talento de manos de uno de los genios artísticos de nuestro tiempo.
De lo mejor que ha editado Frontiers en mucho tiempo.
PD: Ahora sí, tanto la portada como el diseño del libreto le rinden justicia al contenido musical del plástico. Así sí, enhorabuena.