Hemos publicado una entrevista con Alberto Cereijo realizada en Radio Xallas, e informado sobre su Premio Martín Códax y la Gira musical. Ahora nuestro colaborador La Vara de Moisés ofrece una crítica discográfica del disco.
N.E.O – PUNTO DE NO RETORNO (MALDITO RECORDS)
Segundo trabajo de los gallegos N.E.O, formación capitaneada por el gran Alberto Cereijo a las guitarras, con dos escuderos de lujo en la instrumentación, Diego P. Castro al bajo y Tino Mojón a la batería, dos músicos de primer nivel que ya habían coincidido con Alberto en su anterior anterior banda, Eco.
Después de un fantástico Objeto cercano a la Tierra del año 2019, la formación gallega regresa a la actualidad con un nuevo trabajo bajo el brazo, un disco que muestra una clara continuidad estilística en relación a su álbum debut, un nuevo paso en el camino en pos de consolidar definitivamente su propuesta artística, un Hard Rock de arreglos actuales, asentado sobre unos cimientos con base en el Rock/Metal Progresivo más exigente.
Es todo un orgullo presentar desde Galicia a una banda con una propuesta musical tan rica, alejada de clichés y con un entramado instrumental/armónico tan minucioso. Pocas formaciones a nivel nacional muestran a día de hoy la complejidad musical de los gallegos, alcanzando ese equilibrio tan ansiado entre la parte más clásica del Hard Rock de toda la vida y ese lado más arriesgado, ambicioso e insaciable propio de toda la escena Prog.
Todo el trabajo de producción, liderado por el propio Cereijo, con Pouland Estudios de Iago Pico como principal centro de operaciones, es absolutamente impecable. Las guitarras suenan precisas, efectivas y muy técnicas, combinando riffs de ensueño con líneas melódicas y solistas a la altura de la calidad musical de su protagonista, mientras que tanto bajo como batería ocupan con galones su lugar indicado en la mezcla final, con mucho protagonismo en ambos casos, con Diego P. Castro muy técnico y colorista en todas sus líneas rítmicas, lo mismo que el propio Tino en la batería, sin extravagancias, exquisito, con su sonido tan característico de platos, caja y bombo.
En cuanto a canciones propiamente dichas, lo decía al inicio, los gallegos ahondan en la línea musical mostrada en su debut dos años antes, conjugando con maestría todas las influencias clásicas de su Hard Rock de autor con ese aroma sofisticado y complejo propio del ProgRock.
Se me vienen un montón de referencias a la cabeza para describir con mayor precisión todo su sonido, desde la magia y rigurosidad de «Demasiado Tarde», que en este caso me recuerda al sonido de los alemanes Sieges Even, donde las guitarras abruman con su variedad de sonidos, con un riff central pegajoso de raíces pentatónicas y unas cadencias hipnóticas en todas las melodías, con un estribillo de lujo, además de un solo de guitarra perfecto, iniciado con un arpegio en sweep picking marca de la casa que es una verdadera delicia, pasando por la elegancia de «Punto y Aparte», en este caso tirando de un Hard Rock hiper técnico, con ciertos aires americanos, con una intensidad melódica que aturde, y unas figuras rítmico/melódicas a las guitarras que me recuerdan a bandas del perfil de los mejores Dokken o Winger, con ese aire Reb Beach en las interpretaciones, la sobriedad de «Sin Red», de nuevo con el acorde como centro armónico de todo su desarrollo musical, arpegiándolo, rasgándolo, quebrándolo, jugando con él a su antojo, otra vez perfecto en todas sus líneas melódicas y en este caso con un riff central apoteósico de clara influencia Fates Warning, hasta llegar a piezas como «Neolengua», imprescindible, de mis favoritas, de aires dramáticos, de nuevo con las guitarras codiciosas, inquietas, jugando con compases irregulares, enfrentándose a una línea de bajo prodigiosa, otorgándole muchísimo carácter a toda la estructura rítmica, desembocando en otro estribillo para enmarcar, donde el bueno de Pedro demuestra toda su evolución al frente del combo, mucho más maduro, mucho más camaleónico en sus modulaciones respecto a su anterior trabajo, o la propia «Terapia», muy melódica, con una línea principal de guitarra más sencilla, pero pringosa al extremo, con muchísima fuerza y con una inercia melódica apabullante en todas sus dinámicas vocales, bravo Pedro, bravo.
Punto De No Retorno es el disco que todos sus fans estábamos esperando, un trabajo que crece y crece a cada escucha, un verdadero manual de como no sonar nada predecible, un abanico de texturas, colores y matices infinitos, un tributo al buen gusto y a todas las influencias Progresivas de sus protagonistas.
Enhorabuena. Ay, si la música fuese justa..