R.L.// La temporada de caza empezó en los montes de la comarca y en general los cazadores aprecian una mejora en cuanto a la cantidad de piezas cazadas y sobre todo muchos avistamientos que reflejan la presencia de ejemplares para lo que resta de campaña. En los montes de Soneira la estrella sin duda fue la liebre por su presencia destacada en el coto de Vimianzo, y en otros de la zona, incluso desbancando al conejo. Por ahora parece que la peste que en estas dos décadas arrasó con muchos espacios ha dado una tregua.
El domingo los montes de Santa Cristiña, entre las parroquias de Carnés y Berdoias, se llenaron de cazadores que cobraban buenas piezas de liebre y conejo, con las pistas llenas de todoterrenos y en general satisfacción por cubrir los topes. Otros aficionados no querían tanta gente cerca pese a ser advertidos de la inusual bonanza y buscaron otros parajes en donde ver trabajar a los perros. Claro que el calor y el fuerte viento cansaban a las realas acortando la acción de los cazadores, más bien dejaba todo el trabajo para la mañana, por lo que fue corto el día.
En Zas y Camariñas se vio mucho conejo, pero cerca de las pistas, por ello algunos cazadores se quejaban de que los perros trabajaban poco y las piezas se cobraban cerca de los coches, con escaso recorrido. Además de la temporada de caza, donde conejo, liebre y perdiz son los protagonistas, en la zona hay cazadores especializados en batidas a otras especies, como el jabalí, corzo o zorro. En este último caso, los ecologistas siguen incidiendo en que en la comarca y en la costa coruñesa se debería prohibir su captura por estar su población muy mermada. Además ya no es un ejemplar que tenga valor por su piel ni responde a la tradición culinaria del resto y los ecologistas recalcan su beneficio en el monte