La selección española que dirige el exentrenador del Celta de Vigo, Luis Enrique, se encuentra inmersa en un periodo de reconstrucción que le permita aspirar a ganar los grandes torneos de selecciones. La vieja guardia con la que España se hizo con dos Eurocopas y un Mundial ha ido colgando las botas y la Roja está introduciendo juventud sin renunciar al juego de asociación que le permitió alcanzar los títulos. La apuesta parece clara, pero el técnico asturiano aún está perfilando cuáles serán los jugadores que plasmen sus ideas sobre el terreno de juego.
Aspas y la Roja
Uno de los jugadores que anda siempre en la órbita de la selección española en cada convocatoria es Iago Aspas. Sin embargo, a pesar del magnífico rendimiento que da cada curso, el de Moaña no ha conseguido hacerse con un puesto fijo en las convocatorias de Luis Enrique. La situación es aún más extraña viendo que en la actualidad no hay ningún delantero español de nivel top, lo que, según casas de apuestas como bet365, resta posibilidades a la selección española de volver a ganar campeonatos.
En la última convocatoria solo hubo dos delanteros: Gerard Moreno, un delantero muy completo que tuvo la mala fortuna de caer lesionado; y Rodrigo Moreno, un tipo muy dinámico y rápido, pero ni mucho menos una garantía de gol. En el último encuentro el (falso) delantero fue Mikel Oyarzabal, un brillante mediapunta que no conoce a la perfección el oficio de cazar goles.
Viendo la competencia que hay en la vanguardia española, resulta aún más raro que Luis Enrique no considere a Aspas como un fijo. Otros jugadores están teniendo un rendimiento mucho peor en sus clubes y siguen yendo con España. La única razón entendible es que Lucho esté buscando renovar y refrescar por completo al equipo. En ese caso, la edad de Iago Aspas—33 años cumplidos el pasado 1 de agosto— puede ser su principal problema.
El faro de Vigo
Pocos futbolistas tienen la misma o más influencia en los resultados de su equipo que Iago Aspas. Podríamos citar a Messi, firme candidato a mejor futbolista de la historia, y pare usted de contar. Con la salvedad del argentino del Barça, ningún jugador hace por su club lo que el vigués hace cada fin de semana.
Aspas es un jugador total: marca una buena cifra de goles todos los años, desborda en el uno contra uno, filtra pases para sus compañeros, sabe combinar y mantener la posesión del balón, tira desmarques… El delantero celtiña es un tipo muy inteligente, sabe leer a la perfección dónde se encuentran los puntos débiles de los rivales y ahí es donde se mueve como pez en el agua.
El curso pasado, el delantero vigués volvió a ser el jugador más destacado del equipo celeste. En 37 partidos, anotó 14 goles y repartió 3 asistencias.
El año anterior, Aspas había contribuido a salvar in extremis al cuadro gallego. En esa campaña 2018/2019, una lesión mantuvo a Iago fuera de los terrenos de juego durante 9 partidos, en los que el Celta solo fue capaz de sumar 1 punto. La reaparición del 10 fue una bendición para los celestes, ya que fue el artífice de la remontada que permitió al equipo mantenerse en Primera.
Y, aun así, todo esto no parece suficiente para que Iago Aspas sea un fijo en las convocatorias de la selección española.