“En 2012 el Ézaro fue descubierto al mundo y en 2016 lo será también San Andrés de Teixido”, afirma el director de La Vuelta, Javier Guillén.
Xosé Manuel Lema
Los promotores de La Vuelta ciclista a España 2016 nos siguen haciendo la boca agua a muchos aficionados a este deporte. Y con fundamento, porque el periplo gallego de la serpiente multicolor está lleno de alicientes.
Este lunes 9 de abril se presentaban, en la Diputación provincial, las dos etapas coruñesas de la prueba, con la presencia del presidente de la entidad, Valentín González Formoso, el responsable da área de Deportes, José García Liñares, el diputado de Vías y Obras, alcalde de Dumbría, José Manuel Pequeño Castro, y el director de La Vuelta, Javier Guillén.
Si González Formoso se centró en el “importante retorno económico” y la “promoción mundial” que supone el evento que tendrá como protagonista a la provincia el 22 y 23 de agosto, el director de La Vuelta ciclista a España, no quiso pasar por alto la potencia de las dos etapas. La primera que acabará en el mirador do Ézaro, y que ha recibido múltiples elogios de corredores, medios de comunicación y aficionados, y la que partirá desde Betanzos hasta otro final que promete, San Andrés de Teixido.
Etapas épicas, estéticas,redondas y completas
“En 2012 el Ézaro fue descubierto al mundo y en 2016 lo será también San Andrés de Teixido” señaló Guillén que recordó el impacto causado por la etapa del ayuntamiento de Dumbría “uno de los finales más duros que podemos encontrar en la historia de La Vuelta”.
Según Guillén “estamos ante dos etapas que combinan la “estética y la épica”, y que además son “redondas y completas”.
