Nuevos documentos inéditos sobre la amistad de Alejandro Finisterre y Pablo Picasso.
Alejandro Finisterre es uno de nuestros referentes culturales y a completar su compleja biografía hemos dedicado un buen número de artículos. Ahora presentamos nuevos documentos inéditos que refuerzan la amistad del inventor y editor gallego con figuras como el pintor Pablo Picasso y el arquitecto mexicano Juan O´Gorman.
En ambos casos también ratifican otro de nuestros campos de estudio, la relación amorosa de Finisterre con Frida Kahlo. Estas pruebas nos llegan desde México y amplían el archivo A. P. que hace precisamente referencia a la relación epistolar entre Frida y Finisterre. Un archivo de más de 300 páginas que fuimos analizando en distintas crónicas. Cuatro años de peritajes en tres países ( México, España y Francia) autentificaron estos documentos, entregados por la viuda de Finisterre a su actual propietario. La propia viuda conocía este episodio de la vida de su marido, su relación afectiva con Frida; uno de los tres grandes amores españoles de la artista, junto a los catalanes Ricardo Arias Viñas y Josep Bartolí.
Juan O´Gorman, gran amigo de Frida Kahlo
Juan O´Gorman es uno de los grandes amigos de los Rivera-Kahlo, a quien le encargan la construcción de su casa, el ahora Museo Casa Azul. En primer lugar aportamos una prueba evidente y desconocida de la relación de amistad entre Finisterre y el célebre arquitecto y pintor mexicano, entrañable amigo íntimo de Frida. Juan O´Gorman dedica un libro de Enrique A. Cervantes, publicado en México en 1945. a Finisterre con estas palabras «Para el amigo Alejandro de Juan O´Gorman». Se trata de «Pintura de Juan O´Gorman en la biblioteca Gertrudis Bocanegra de Patzcuaro, Michoacán».
Finisterre marchó de París a Sudamérica y empezó a tratar a intelectuales mexicanos desde 1948, entre los que se encontraban el matrimonio Rivera Kahlo o el propio O’Gorman, inseparable de ambos. El regalo del artista mexicano al gallego se enmarca en esta primera etapa 1948-49. Con la publicación del archivo A. P. en este medio descubrimos un gran amor secreto entre el gallego y Frida que va desde agosto de 1948 hasta la primera mitad de 1954. Una relación con altibajos; con una corta pero intensa relación pasional al inicio, un periodo intermitente marcado por la distancia física (Alejandro vivía en Ecuador y Guatemala) y una fase final en donde hay más de ensoñación y recuerdo, de deseo imposible, por la debilidad física de Frida en sus dos últimos años de vida. Esta prueba de la amistad de Finisterre con O´Gorman refuerza su contacto con el círculo íntimo de Frida.
Juan O´Gorman siempre al lado de Frida
Juan O’Gorman (1905-1982) fue un destacado pintor y arquitecto mexicano, hermano del historiador Edmundo O’Gorman. Como Frida, nacido en Coyoacán, en la Ciudad de México. En la zona de San Ángel, O’ Gorman diseñó y construyó el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo pues era amigo de la adolescencia de la pintora.
Luego se dedicó a la pintura tomando como referencias a Frida Kahlo y Diego Rivera. Se tiene como el último de los grandes muralistas nacionales. Se suicidó el 18 de enero de 1982, luego de estar sumido en una fuerte depresión desde el fallecimiento de Frida Kahlo en 1954; crisis unida según los críticos a otras decepciones: el ver arruinada su casa de avenida San Jerónimo, la muerte de su amigo Max Cetto y al darse cuenta de que su hija adoptiva Bunny ya no lo necesitaría.
Por encargo de Diego Rivera, en 1931 Juan O’ Gorman diseñó una de las primeras construcciones funcionalistas de Iberoamérica: una casa en dos bloques de hormigón, rojo con blanco para el pintor y otro en tono azul para su esposa Frida Kahlo, donde cada uno tendría su propio estudio, independientes una de la otra y unidas por un pequeño puente en su parte superior. Allí vivieron desde 1934 los Rivera. Diego ocupó el Estudio, donde pintó la mayor parte de su obra de caballete, sus acuarelas, bocetos para murales y algunos murales transportables. Diego muere en 1957, Frida en 1954.
Una larga amistad con Pablo Picasso
Pablo Picasso y el editor e inventor Alejandro Finisterre (1919-2007) fueron buenos amigos y esa amistad quedó patente por una serie de obras del genial pintor entregadas a su amigo gallego, exiliado en América. No se trata, como se decía hasta ahora, de un hecho casual. La versión concurrida hablaba del asalto del gallego al genial pintor en una playa de Francia y cómo éste le había dibujado algo de forma rápida en un canto rodado que le sirvió de portada de un libro en 1950.
Escena entrañable pero totalmente falta de rigor, o desenfocada. Si bien pudo ser la primera vez que se encontraron ambos, por los documentos inéditos aportados por el archivo A.P. (del que somos custodios acreditados por su titular) hemos ido desmontando esta ridícula interpretación, la del encuentro casual y anecdótico entre ambos. En esta línea hoy entregamos novedades inéditas del fuerte vínculo afectivo, de largo recorrido temporal, entre ambos artistas. Unidos asimismo por su amistad y estima a Frida.
El 9 de marzo de 1952 Finisterre visita otra vez a Picasso en el sur de Francia, en Argelés sur Mer. Allí recibe del pintor dos regalos. Un cuadro del que ya hemos hablado en otra ocasión, con una elocuente dedicatoria. Y un cuaderno de láminas del pintor malagueño, que aportamos como nueva prueba desconocida hasta el momento. Lleva la firma de Picasso en la portada y la fecha: 9.3.52. Es un álbum o cuaderno de diseños del pintor de 1948, en edición limitada a 1.200 ejemplares. Lleva por título: «Carnet de Dessins de Picasso reproduits au format de l´original» editado por «Editions Cahiers d’Art, París. 14, rue du Dragon».
Acompaña a este regalo un retrato de Finisterre dibujado por Picasso. Sobre un fondo color pizarra el artista dibuja a su amigo de cuerpo entero en un estilo característico de la fase final de su obra. En la parte superior derecha figura la dedicatoria y la fecha: «Al poeta y amigo Alejandro Finisterre; que hoy en el lejano Méjico nos une el recuerdo. Argeles 9.3.52. Picasso». Finisterre visitó en varias ocasiones a Picasso en el sur de Francia y ambos colaboraron en iniciativas políticas y culturales.
Entre el legado mexicano del editor gallego dimos cuenta en su día el haber localizado obras de Pablo Picasso. Este retrato hecho por Picasso a Alejandro Finisterre, un grabado y un álbum de dibujos originales del genial andaluz. Picasso ya había ilustrado en 1950 un libro de Alejandro. Picasso realiza en 1937 los grabados y el texto de «Sueño y mentira de Franco» de Juan Larrea, cuando instala su taller en la rue des Grands Augustins de París; y al mismo tiempo, el 1 de mayo comienza a preparar los primeros estudios para el Guernica, por encargo de la comisión en donde estaba el poeta surrealista vasco.
El legado de Larrea fue entregado a su amigo y albacea Finisterre. Trata el malagueño al gallego en Francia al menos desde 1944 hasta 1969. Además en la misma colección A. P. Alejandro guarda un álbum con dibujos de Picasso. Está fechado el 21-12-63. En una de las extraordinarias láminas Pablo se retrata con su amigo gallego. Los dos barbados, como dos filósofos griegos, o dos faunos. Pablo con una corona de laurel en la sien pasa su brazo derecho por el hombro del amigo, un Alejandro serio, maduro, con el torso desnudo.
«Al amigo Alejandro Finisterre»
Otro regalo de Picasso a A.F. es una caja del The Metropolitan Museum of Art de Nueva York con un grabado en relieve del Guernica, depositado por el autor en el museo hasta la llegada de la democracia en España. La pieza tiene una dedicatoria del malagueño, en pintura blanca:
-Al amigo Alejandro Finisterre: «El oro fino con error galano…». Argeles. 5-12-69. Picasso.
Al lado de la firma, el autor dibuja con un trazo su caricatura. Debajo del relieve hay una filigrana con tres nudos. Cita un célebre soneto del poeta andaluz Luis de Góngora, dedicado a una ninfa, de 1582. «Ondeábale el viento que corría/ El oro fino con error galano,/ Cuál verde hoja de álamo lozano/ Se mueve al rojo despuntar del día».
La relación de Picasso y A. F. se enmarca en el trabajo del gallego como redactor de varias revistas culturales en los años cuarenta. Y desde 1947, por amistades compartidas, la lucha a favor de la República y por ser ambos afiliados del Partido Comunista. Picasso entra en el PCF en 1944.
Por eso viene la colaboración del pintor ilustrando un libro de Alejandro en 1950, editado en Roma: «Cantos rodados». Ese año y el anterior se celebraron congresos de paz, en el de París se vieron los dos. Picasso vivía en Vallauris con François Gilot, a quien conoció el gallego, como antes a Dora Maar. También les unió la literatura. Picasso escribió poemas en 1935, cuando se relaciona con Paul Eluard; y teatro en 1944 (Le désir attrapé par la queue), con Camus, Sartre, Simone de Beauvoir.
En 1952 crea otra pieza teatral (Les quatre petites filles). Ve a Finisterre en Argelés en 1952, se intercambian obsequios. En los años sesenta volverán a verse, como demuestran los dos regalos de 1963 y 1969 que aportamos. Finisterre mantuvo siempre una gran relación con personalidades de la política y la cultura del exilio español. En su etapa parisina se vinculó a la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas y la Asociación Internacional de Refugiados. Entrando y saliendo de un edificio de nuevo en el candelero, la sede del Instituto Cervantes en París, ahora cedida de forma truculenta por el Gobierno español al PNV, olvidando sentencias firmes de los tribunales galos.