Quinta entrega de «Eu Pasei por Camariñas. 500 cantigas da ría». Ir a anterior
Seguimos publicando o traballo «Eu pasei por Camariñas. 500 cantigas da ría» de Rafael Lema. Nesta quinta entrega anotamos unha pandereitada inédita e moi orixinal do lugar de Santa Mariña en Xaviña. e un romance recollido e gravado no 1979 por D. Schubarth. En Santa Mariña facían unha gran romaría ata os anos setenta, onde destacaban as cantareas das pandereteiras locais que seguen sendo recordadas sobre todo na Ponte do Porto e cantadas en celebracións como a sardiñada de San Pedro.
PANDERETEIRAS DE SANTA MARIÑA
Santa Mariña vai nela
Santa Mariña vai nela
se se vai Santa Mariña
eu tamén me vou con ela
Ai ven o motor de Chuco
pola punta do Capelo,
vexo o Vigo vexo o Idilio (leré)
tamén vexo o Carracedo.
…Ay linda cubana
e no medio do peito unha flore.
Ai veñen os de Camelle
ai veñen os camelláns.
Ai veñen os de Camelle (leré)
mozos coma capitáns.
..Ay linda cubana …
No te quiero no te quiero
no te quiero y se acaboe.
El cariño que te tuve (leré)
era cristal y rompioe.
..Ay linda cubana …
Esta nuite hei de ir alá
terás as pernas lavadas
hei de durmir entre elas (leré)
ou morrer a puñaladas.
..Ay linda cubana …
Esta noche voi a vere
el cariño que me tienes
si es que te marchas con otro (leré)
es señal que no me quieres.
..Ay linda cubana …
En el medio de la mare
sospiraba una alpargata
en el sospiro dicía (leré)
sácame de aquí que afogo.
..Ay linda cubana …
En el medio del Outeiro
hay una piedra redonda
el que tropieza y se cae (leré)
es señal que no la vioe.
..Ay linda cubana …
Mirei pola túa porta
y vi que estabas fasiendo
chiculate en la sartene (leré)
tu eres mujer de gibierno.
..Ay linda cubana …
Yo me voy pa Vinisuela
tu te vas para el Perúe
cuando lleghes que me escribas (leré)
diciendo como estás tue.
..Ay linda cubana …
Brañas Verdes non ten flores
que secaron as roseiras.
Imos pa Santa Mariña (leré)
que alí hainas naturales.
..Ay linda cubana …
Mozas de Santa Mariña,
no es que lo digan ellas,
son las más adovertidas (leré)
debajo de las estrellas.
…Ay linda cubana…
ROMANCE DEL CONDE FLORES
(Santa Mariña, 1979. Dorothé Schubarth)
Grandes guerras se publican en la tierra y en el mar,
al Conde Flores lo nombran de capitán general.
Casados del poco tiempo ya se tienen que apartar.
¿Cuántos días, cuánto meses piensas estar por allá?
«Deja de meses, Romera por años puedes contar,
si a los tres años no vengo viuda te puedes llamar»
Pasan los tres y los cuatro, novas del conde no hay,
ojos de la Romerita no cesaban de llorar.
Un día estando en la mesa su padre le empiesa a hablar:
«Deja de llanto, Romera buena vida vas tomar
condes y duques que te quieran hija te podrás casar».
«¡Ai! No lo quiera Dios del cielo que yo me vuelva a casar.
Parte mi corasón tengo conde Flores vivo está.
Dame lisensia, buen padre, para el conde ir a buscar.»
«Ai, mi lisiensia tienes, hija, mi bendisión además.»
Quitó el zapato de raso, lo puso de cordobán,
quitó las medias de seda, de lana la fue calsar.
Un brial de seda verde que valía un mineral,
ensima del brial puso un hábito de seal.
Con su bordón de la mano se marchó perigrinar.
Anduvo por mar y tierra, morería y cristiandá,
anduvo siete reinados, no pudo al conde encontrar.
A cansada la Romera ya no puede caminar.
Al llegar a un pinal gran castillo vio lograr
«Ay, si aquel castillo es de buenos allí me remediarán,
y si es de malos cristianos allí me cautivaran.»
Al llegar aquel castillo gran vacada vio lograr
«Ai vaquerito, vaquerito, yo te quiero preguntar:
¿De quién llevas tantas vacas que eres un siglo señal?»
«Del conde Flores, señora que allá en el castillo está».
«Ai, vaquerito, vaquerito yo te quiero preguntar:
¿El conde Flores, tú amo cómo vino por acá?»
«De las guerras vino rico mañana se va a casar,
ya están las gallinas muertas, el pan amasado ya
y la gente convidada de lejos llegando está».
«Ai, vaquerito, vaquerito por Dios y por caridá
por el camino más curto me vas a llevar allá».
En un alto está la novia, en un alto ventanal.
«Pido limosna buen conde por Dios y por caridá».
Echó mano en el bolsillo un real de plata le da.
«Ay, para tan grandes señores poca limosna un real».
«¿Qué es lo que pide, señora? que lo que pide tendrá»
«Yo pido ese anillo de oro que en tú dedo chico está».
«Ay, qué ojos de señora, que en mi vida he visto tal».
«Si no los has visto conde en Sevilla he estado ya»
«Luego, si eres de Sevilla, ¿qué me cuentas por allá?»
«Del conde Flores, señores, poco bien y mucho mal.»
Abriendo de riba abajo con habito de seal.
«Mira si conoses conde mira si conoserás,
el brial de seda verde que me diste al esposar».
Al decir estas palabras cayó el conde para atrás,
ni con agua ni con vino no podía despertar,
sino con las palabritas que la romera le da.
Bajó la novia pa bajo maldiciendo a la romera:
«quién te traigo por acá?»
«Ay, no la maldizca nadie que es mi mujer natural,
con ella voy pa mi tierra a Dios, señores quedar.»
Quédese con Dios la novia vestida y sin casar.