«Historia del esoterismo en España» de David Suárez (Almuzara 2024) llega con el subtítulo de «Un viaje revelador a través de los misterios y secretos que han moderado la historia, la cultura y la espiritualidad de España, revelando conexiones ocultas que han perdurado a lo largo de los tiempos».
Sigue la senda de una colección que va destapando con obras extensas en datos y citas las claves de los movimientos heterodoxos de pensamiento con una mirada moderna y una carencia hacia el mundo árabe y oriental, tan presentes en España como vehículo histórico de sincretismo, no sólo por la presencia musulmana en el sur sino ya desde que las grandes civilizaciones mediterráneas sumaron la cornisa hispana del mar central a su amplia red cultural.
Impacto de diferentes asociaciones
Si el campo esotérico no contaba con variedad de estudios propios en parte se debe a la presión sobre sectas y pensadores heterodoxos marcados por la Iglesia y la Corona desde la Contrarreforma.
Por ello los investigadores tuvieron que asumir las ediciones foráneas, la bibliografía extranjera y también en otros países fueron naciendo las principales organizaciones de este tipo. Pese a ello, en este campo España contó con nombres de primer nivel, muchos sí aceptados por la investigación europea como la rica tradición árabe y hebraica peninsulares.
En las páginas de este libro, David Suárez nos guía por un fascinante viaje a través de las huellas dejadas por estas organizaciones en nuestro país y su impacto en la vida cultural, social y política.
El estudio del esoterismo y las publicaciones tuvieron un cierto relieve a principios de siglo y durante la República para después volver a ser reprimidos hasta tiempos recientes. Por ello, obras como esta son hoy necesarias para centrar el valor, la presencia y la participación ibérica en este campo.
El mundo de las sectas tuvo y tiene escaso crédito en nuestro país en buena parte por las persecuciones religiosas y políticas, por ello nuestra aportación es pobre y muchas veces controvertida, pero sí existió. Sin embargo, el complejo mundo del esoterismo y el culto mistérico dejó una fuerte marca en nuestra cultura.
Calendario astral
La portada es un reflejo de esta magia de poso milenario extendida en el arte y la filosofía hispanas como es el zodiaco renacentista de Fernando Gallego en la antigua biblioteca de la Universidad de Salamanca.
Un calendario astral que podemos ver en templos gallegos, comenzando por el oculto zodiaco de la puerta sur del monasterio de Moraime-Muxía que desvelé en su día en un libro publicado en Edaf en una colección dirigida por Iker Jiménez (El camino secreto de Santiago), hoy el mayor divulgador patrio del misterio.
«Desde tiempos inmemoriales, han existido organizaciones que se han entregado a la práctica de secretos cultos y misteriosos rituales» reza la cartela. Conocidas como Escuelas Esotéricas, Sociedades Iniciáticas, Cultos Mistéricos y bajo muchos otros nombres, estas entidades han dejado su peso en la historia de España.
Son 639 páginas que nos llevan desde el mundo egipcio y griego, con las aportaciones cultuales a los saberes mistéricos presentes desde aquellas edades en la Península hasta el momento actual. Galicia contó con lugares de culto a Mitra, Venus, Cibeles, Isis.
Esoterismo en la Costa da Morte
También la Costa da Morte (Muxía, Fisterra, probablemente brandomil). En el mundo de las primeras herejías luce con letras de oro nuestro gran Prisciliano, en una época en donde Galicia era un lugar potente culturalmente en el mundo romano. Uno de los primeros registros cristianos galaicos se halló en Tines-Vimianzo.
El Camino de Santiago por el Finisterre llenó de esoterismo nuestro románico en la ría de Camariñas. Descubrir las enseñanzas transmitidas a los adeptos de estas organizaciones, centradas en el autoconocimiento, el crecimiento espiritual y la exploración de una realidad más profunda es una de las premisas de la obra.
«Estas enseñanzas se transmiten a través de ceremonias, rituales y prácticas crípticas, accesibles sólo para aquellos que forman parte de estos grupos selectos» nos recuerda el autor.
Los judíos en España, el sufismo, la filosofía andalusí son otros grandes aportes nacionales en este campo.
El Temple y los cátaros no dejaron de tener presencia en Galicia (nuestra casa de Traba) y el Siglo de Oro con la Reforma y los resabios humanistas dio lugar a movimientos heterodoxos reprimidos con saña. Todo esto y mucho más nos aporta una obra divulgativa y trabajada que sirve al curioso, al iniciado y al más versado como manual de referencia. Una obra que limpia, fija y da esplendor a los saberes mistéricos nacionales.
