El Castro da Lanzada, situado en la parroquia de Noalla, en Sanxenxo, Pontevedra, es un importante yacimiento arqueológico. Este lugar ha sido fundamental para diversas civilizaciones, desde los antiguos castrexos hasta los romanos.
La capilla de Nuestra Señora de A Lanzada, cercana al castro, y la playa de A Lanzada son puntos destacados del entorno. Estos elementos contribuyen a la rica herencia cultural y natural de la zona.
Historia del Castro da Lanzada
El Castro da Lanzada presenta una historia fascinante que se extiende a lo largo de miles de años, reflejando los cambios sociales, culturales y económicos de las comunidades que lo habitaron. Este yacimiento es testimonio de un rico pasado que abarca desde las primeras ocupaciones hasta la influencia de diversas civilizaciones a lo largo de los siglos.
La primera noticia que se tiene de este complejo se localiza en el siglo XVIII gracias al trabajo de Fray Martín Sarmiento que se interesa por la aparición de varias sepulturas y refleja sus investigaciones en un libro.
Primeras ocupaciones y cultura castrexa
Las primeras ocupaciones en el Castro da Lanzada se remontan al siglo VIII a.C., cuando los pueblos de la cultura castrexa empezaron a establecerse en la región.
Estos habitantes, conocidos por su habilidad en la construcción y organización social, dejaron una huella cultural significativa en el área. Se construyeron viviendas circulares y defensivas, diseñadas para proteger a la comunidad de posibles invasiones.
Influencia romana en el castro
La llegada de la civilización romana a la península ibérica trajo consigo un cambio significativo en el Castro da Lanzada. Durante los siglos I a.C. y I d.C., el castro experimentó una notable influencia romana, transformándose en un nudo de actividad comercial que unía el interior de Galicia con rutas marítimas esenciales. Las excavaciones han revelado que se realizaron ampliaciones y adaptaciones en la estructura del castro para alinearse con las prácticas romanas.
Durante esta época, se introdujeron nuevas técnicas de construcción y urbanismo, lo que permitió el desarrollo de infraestructuras más complejas.
La presencia de una necrópolis romana en el área también es testimonio del uso continuado del lugar, destacándose las tumbas que muestran prácticas funerarias que combinan tradiciones locales y romanas.
Continuidad en la época medieval
Tras la caída del Imperio Romano, el Castro da Lanzada siguió siendo un lugar habitado y relevante. Durante la época medieval, el asentamiento continuó siendo un punto estratégico, reflejando su importancia histórica y cultural.
La instalación de una fortaleza en la referencia del castro sugiere que la ubicación seguía siendo valiosa para la defensa contra incursiones de saqueadores y para el control de las rutas comerciales marítimas.
Los descubrimientos en esta etapa indican que aunque la población había disminuido en comparación con la época romana, las prácticas culturales persistieron, y el lugar continuó siendo un símbolo de identidad para las comunidades que sustentaron su legado.
Las modificaciones arquitectónicas también dejaron huella en el paisaje, con la inclusión de elementos góticos en los restos encontrados, mostrando una fusión de estilos a lo largo de los tiempos.
Primeras campañas arqueológicas
A finales de los años 40 aparecen sepulturas romanas coincidiendo con las obras de la carretera entree Sanxenxo y O Grove.
Las excavaciones en el Castro da Lanzada comenzaron en 1951, impulsadas Filgueira Valverde, Blanco Freijeiro y Sánchez Cantón. Este esfuerzo inicial fue crucial para establecer las bases de la investigación en el sitio.
Excavaciones lideradas por Filgueira Valverde
Bajo la dirección de Xosé Filgueira Valverde se llevaron a cabo las varias excavaciones en los años 60, que revelaron importantes estructuras defensivas y vestigios de vida cotidiana.
Estas investigaciones iniciales proporcionaron una visión detallada de la vida en el castro durante diferentes períodos históricos, destacando su relevancia como punto de encuentro de diversas culturas. Los hallazgos de este periodo sentaron las bases para futuras investigaciones y excavaciones que seguirían en décadas posteriores.
En los años 70, Fariña Busto y García Alén continúan con la importante labor. En la década siguiente se realizan dos excavaciones coordinadas por Peña Santos.
La construcción de viviendas destruye parte del yacimiento.
En 2010 se desarrolla el Proyecto Pousadas, con un estudio realizado por arqueólogos de la Deputación de Pontevedra y del CSIC.
Descubrimientos significativos
Los descubrimientos en el Castro da Lanzada han sido numerosos y variados a lo largo de los años. Cada excavación ha aportado nueva información sobre la ocupación del sitio y sus actividades económicas y sociales.
Necropolis romana y restos funerarios
Uno de los hallazgos más notables fue la necrópolis romana, que proporcionó información sobre las prácticas funerarias de la época. En esta área se han encontrado tumbas que revelan tanto inhumaciones como cremaciones.
Los objetos descubiertos en estas sepulturas, como monedas y ornamentos, ofrecen una invaluable perspectiva sobre las creencias y costumbres de los habitantes del castro.
Estructuras defensivas y viviendas
Las excavaciones también han sacado a la luz estructuras defensivas que sugieren un alto grado de complejidad en la organización del asentamiento. Entre estas se destacan muros gruesos y, posiblemente, torres que habrían servido como protección contra invasiones.
Las viviendas encontradas reflejan la vida cotidiana de las personas que habitaron este lugar, evidenciando la adaptación al entorno y el uso de recursos locales.
Nuevas cronologías y ocupaciones previas
Los hallazgos recientes han proporcionado información que sugiere la existencia de ocupaciones anteriores, incluso más antiguas de lo que se pensaba previamente. Esto ha llevado a los arqueólogos a reevaluar las cronologías del asentamiento, evidenciando una historia continua de uso y adaptación a lo largo de los siglos.
Con cada campaña, los investigadores continúan profundizando en la comprensión de la vida en el Castro da Lanzada y su interrelación con otras culturas de la época.
Elementos Arquitectónicos y Estructuras
El Castro da Lanzada presenta una variedad de elementos arquitectónicos que reflejan su importancia a lo largo de los siglos. Entre sus estructuras más destacadas se encuentran un gran almacén, una factoría comercial y su necrópolis, cada uno de los cuales proporciona una visión de la vida cotidiana y las prácticas de sus habitantes.
Gran almacén y su función
Uno de los hallazgos más significativos en el Castro da Lanzada es el gran almacén, que se presume sirvió como un centro de almacenamiento y distribución de productos.
Esta construcción, caracterizada por sus gruesos muros, ha sido interpretada como un lugar donde se almacenaban mercancías provenientes de intercambios comerciales con otras civilizaciones. Su diseño robusto sugiere que fue destinado a proteger los bienes de la comunidad, lo cual era vital en un entorno donde el comercio marítimo jugaba un papel crucial.
Este almacén no solo albergaba productos, sino que también podría haber servido como un punto de reunión para comerciantes. La ubicación estratégica del castro facilitó el intercambio de mercancías, haciendo de este espacio esencial para el desarrollo económico de la comunidad en tiempos antiguos.
Factoría comercial y producción
El Castro da Lanzada también cuenta con elementos que sugieren su funcionamiento como una factoría comercial. La evidencia de producción a gran escala se refleja en el hallazgo de instalaciones específicas para la manipulación de alimentos y la elaboración de productos destinados al comercio.
Piles para procesamiento de alimentos
Entre las estructuras vinculadas a la producción, se han encontrado piles que indican prácticas de procesamiento de alimentos. Estos dispositivos eran utilizados para preparar y conservar productos, lo que sugiere que el castro no solo funcionaba como un centro de almacenamiento, sino también como un lugar donde se elaboraban diferentes alimentos para el consumo y la venta. La existencia de estas instalaciones demuestra el nivel de organización y la importancia de la producción en el contexto comercial del asentamiento.
Necropolis y prácticas funerarias
La necrópolis situada en el entorno del Castro da Lanzada es un componente fundamental que proporciona información sobre las prácticas funerarias de sus habitantes. Este espacio sagrado, donde se realizaban las inhumaciones y cremaciones, refleja las creencias y tradiciones de las comunidades que habitaron la región a lo largo del tiempo.
Tumbas romanas y objetos funerarios
Las tumbas halladas en la necrópolis datan de diferentes períodos, incluyendo la época romana, y han revelado una notable variedad de objetos funerarios. Estos artefactos, que incluyen desde alfileres de bronce hasta monedas, no solo ayudan a datar las ocupaciones, sino que también ofrecen información sobre las costumbres funerarias y las creencias espirituales de los difuntos. Las prácticas observadas en las tumbas sugieren una rica cultura que intercalaba rituales de respeto y la importancia del más allá en la vida de estas comunidades antiguas.
La necrópolis, al ser un lugar de descanso final, se convirtió en un testimonio tangible de la vida y la muerte en el castro. Los hallazgos en este ámbito permiten una mejor comprensión de la complejidad social y emocional de sus habitantes, así como de las relaciones interpersonales que definieron su existencia en el transcurso del tiempo.