– Rafael Lema-
«¡Despierta!: Cómo las élites están controlando el mundo» de Fernando Paz Cristóbal (La esfera de los libros, 2021) es un libro de ensayo surgido a raíz de la crisis mundial del covid, que no es la última a la luz de la actual invasión de Ucrania que se encadena a este abrupto cambio de década.
Desde la crisis económica de 2008 una serie de autores cuya voz quiere ser silenciada en los principales medios ponen el dedo en muchas llagas y se hacen preguntas de incierta respuesta. Muchas sombras no despejadas y muchas mentiras enseguida descubiertas con las prisas de los acontecimientos hacen que una serie de autores que no comulgan con las prédicas oficiales ni los pensamientos únicos se pongan a debatir en voz alta sin miedo a ser llamados alarmistas, negacionistas, racistas, machistas o fascistas, entre otros elogios (y elogios son si vienen de gente sospechosa). Por supuesto todos tienen una ventana en este medio.
La crítica de un libro no supone una aceptación de los postulados (todos o parte) de una obra, pero sin duda la elección de uno u otro para hacer la reseña sí es una presentación de un trabajo que entiendo debe ser tenido en cuenta como texto de reflexión. Dar voz a todos, sin condicionantes previos, sin censuras, es un principio básico de una sociedad abierta y tolerante. Y aquí se aportan numerosos motivos de debate, con evidencias, críticas y dudas razonables.
Fernando Paz empieza por comentar las causas del negacionismo antivacunas, los beneficiarios de la crisis sanitaria y como con el tiempo ciertos conceptos negacionistas acaban por convertirse en doctrina oficial. El confinamiento, los ataques a la libertad, las redes sociales cerrando miles de cuentas, verificadoras ideologizadas determinando lo que es verdad y lo que es mentira, un Gobierno de España que abusa de una crisis para ejercer con total opacidad y sin control parlamentario una gestión nefasta.
Mientras el mundo se hunde en una crisis devastadora de la clase media y los trabajadores, China crece y las farmacéuticas obtienen beneficios fabulosos imponiendo la vacunación general incluso a los niños y animales domésticos. La inmigración ilegal se dispara, pero se limita drásticamente el tráfico legal de personas. Las deslocalizaciones, el globalismo, los recortes educativos y sanitarios, la enorme deuda pública nacional (130% del PIB), los tratados de libre comercio con países que no respetan ni los derechos laborales ni ambientales. Muchas son las lacras y los malos no cesan de extender sus banderas sobre más lugares.
Resulta altamente recomendable el análisis del último artículo «Las élites contra el pueblo». Un espejo sobre la situación actual de una serie de sectores masacrados en los últimos años en España y en Europa. Sobre todo la clase media y los autónomos que desde 2008 están sometidos a una sangría irracional. Pero también la agricultura, la pesca, la desmantelada industria. La falta de defensa de los valores de la tradición cultural europea.
Todos estos hechos para el autor son el producto de las políticas de las élites, en una sociedad donde cada vez menos tienen más.
Como colofón, un comentario del autor que es algo más que una anécdota.
En octubre de 2019 tuvo lugar en Nueva York el Evento 201, un encuentro al más alto nivel en el que se dieron cita las principales agencias globalistas. Allí se simuló la irrupción de una pandemia que se extendería por el mundo debido a un novedoso coronavirus, especialmente contagioso, basado en el SARS y que, procedente de un murciélago, saltaba a los humanos a través de un animal intermedio. El supuesto incluía la ausencia de vacuna durante el primer año. Las consecuencias sociales y económicas de la pandemia resultan devastadoras.
Tres meses después, una OMS sostenida por los intereses privados de Bill Gates y de las farmacéuticas declaró la pandemia de covid-19.
