Cristóbal Mourín// Audio con la entrevista
En el programa “Na Encrucillada” de Radio Xallas, Xosé Manuel Lema quiso hacer un homenaje al desaparecido músico Pedro Bruque, impulsor del Colectivo Heavy Nacional(COHE) que agitó una bandera con un mensaje:”El heavy no es violencia”.
“Pedro Bruque era un excelente bajista, reconocido por toda la movida barcelonesa y ya con Tigres, a nivel nacional. Era una persona muy querida que difundió la palabra del rock por donde fue” comenta el periodista musical y amigo personal de Bruque, Ricard Altadill.
«El heavy no es violencia»
Altadill recuerda que “Pedro tocó todos los palos, si bien es cierto que el momento cumbre y el de más conocimiento fue por el tema de el heavy no es violencia”.
Miles de personas de toda España se asociarion al COHE.”Se emperró en demostrar que el heavy no era violencia. Tuvo la fuerza de aglutinarlos a todos. La lástima es que aquello(Cohe) no continuó pero también es verdad que la sociedad cambió” añade el veterano periodista.
El artista en cuestión, “era una persona muy sociable” que destacó como relaciones públicas (Ahí queda su actividad en auténticos hervideros de rock como Quirófano, Barna Heavy, Metal o Rainbow”. Y como productor.
“Era muy cercano a la gente y no tenía un no para nadie” señala Altadill, que está convencido que “Pedro estaría hoy todo el tiempo dando la brasa en internet y en las redes sociales”.
Una enfermedad truncó una trayectoria en progresión. Tenía 37 años. Había lanzado dos discos con su nuevo proyecto musical, llamado Bruque, que no tuvo tiempo a cuajar.Sobre la actualidad, Altadill dice:”Pedro Bruque pensaría que esto sigue siendo un banquete de mendigos”.
PEDRO BRUQUE EN LA WIKIPEDIA – AQUÍ
Aprovechamos para publicar un artículo hecho por el director de este periódico hace años en un blog, en donde rinde se refiere a Pedro Bruque.
“En memoria de Pedro Bruque”- @xmlema
La casualidad me llevó a conocer a Pedro Bruque. Era el año 1988 y estaba hospedado en el modesto Hotel Cantábrico de Madrid, participando en una excursión de fin de curso. Con catorce años y muy aficionado, como mis mejores amigos, al rock duro y el heavy metal.
Allí en la recepción identificamos a Pedro Bruque. Un famoso bajista metalero que andaba aquilatando las bases del Colectivo Heavy Nacional, para defender entre otras cuestiones un lema claro:”El Heavy no es violencia”. Pedro había tocado en grupos como Evo o Los Tigres, teloneando a bandas mundialmente famosas como Saxon, Motorhead, o Kiss.
Justo ese año (1988) sería elegido como mejor bajista nacional por la revista especializada “Heavy Rock” y graba su primer trabajo (dos temas) con su último proyecto musical: Bruque.
De aquella calurosa mañana madrileña de excursión escolar, recuerdo el breve encuentro con Pedro. Me dio su dirección y, evidentemente, no tardé en escribirle. Me afilié el COHE (como hicieron más de 9.000 personas en aquellos primeros tiempos) e inicié unha hermosa relación epistolar con alguna conversación telefónica.
Recibí su primer disco “En Mitad del camino” (Bruque-Justine Records, 1989), y aprendí muchas cosas sobre el rock y la propia vida en sus didácticas cartas, que esperaba con anhelo y que se sucedieron durante un par de años. Hablaba del rock como cultura, de la no violencia y me ilustraba con fantásticas historias de estrellas del heavy metal.
Prometí que le estaría eternamente agradecido, por sus desinteresadas enseñanzas, a pesar de que algunos proyectos que teníamos entre manos no pudieron salir adelante. Algún gran grupo de rock celestial necesitaba un gran bajista y una mejor persona. Y se llevó a Pedro Bruque.