«Memoria del comunismo». Libro editado por La Esfera de los Libros. Crítica de Rafael Lema. Foto portada @esRadio.
En «Memoria del comunismo, de Lenin a Podemos«, Federico Jiménez Losantos disecciona un sistema que tanta incidencia tuvo en el pasado siglo, el de las dos grandes guerras, y que pese a todos los horrores de su puesta en práctica sigue estando presente en las sociedades democráticas, como ideología respetada entre políticos, profesores y periodistas. Fascismo y nazismo, con quien tanto comparte el comunismo, no tuvieron tanta suerte. El denunciar este insólito hecho es una de las premisas de la obra, con gran aporte documental, para entrar en la historia del movimiento en 734 páginas; buscando en las fuentes originales, explicando su naturaleza real, los errores comunes, los horrores de cien años con cien millones de muertos.
El título ya avanza dos de las inquietudes del estudio del autor, Rusia y España, los dos países europeos en donde en el siglo XX se intentó crear un régimen comunista. Asimismo, desde el estudio de las fuentes del inicio del monstruo, Losantos llega a analizar el éxito de propuestas tan actuales y exitosas como la de Podemos en nuestro país.
El autor no se anda con medias tintas ni esconde lo visible, la barbarie cometida por los «rojos» en nuestra contienda civil (los hunos y los hotros se esmeraron en la represión y los crímenes de guerra); analiza el papel en el terror rojo de los dos partidos comunistas republicanos: el marxista del PCE y el PSOE bolchevizado, a los que se unen los anarquistas. Losantos es un periodista singular, sin miedo, un excomunista que no deja a nadie indiferente, aporta numerosos datos, fotos, documentos, citas, bilbiografía difícilmente discutible, al lado de otras incógnitas o temas de reflexión. Así para explicar el fenómeno de Podemos nos recuerda que para el bolchevismo el mundo se divide en dos: el partido y los demás. De la religión del todo llega a la secta de todos, el comunismo es un monoteismo y no admite otro dios que él mismo.
El hombre nuevo del comunismo está tomado del cristianismo, obliga a sus seguidores a ser inquisidores y monjes guerreros, siempre con el miedo a la expulsión, al proceso. El caso de Podemos, último avatar de la secta leninista, ilustra esta forma de actuar perfectamente: a los disidentes de dentro se los depura y margina. A los críticos de fuera se les injuria en internet, en las Cortes, «con la complacencia de políticos necios que ven abusos en la libertad de expresión en lo que es una deliberada política de extermino moral de los otros, del enemigo que no forma parte de la secta».
En este completo análisis con carácter enciclopédico, el autor nos lleva a los nombres claves de la formación del comunismo y a otros hechos relevantes menos conocidos u ocultados: el gulag, Mao, Stalin, Lenin, el socialismo francés, la guerra de España (chekas, Azaña; Negrín «el mayor ladrón de la historia de España»), Cuba y el Che, el PCE (financiado por Ceaucescu y Kim il Sung) hacia la democracia y su legalización en la transición, el dominio de la izquierda en los medios de comunicación, el filo terrorismo, nacionalismo y separatismo, el populismo.
La idea y la anti-idea de España, en un autor al que sin duda le duele la nación española y su convulso presente. Nos advierte que el comunismo es una desmemoria, «no un olvido, sino la destrucción de la historia, de todo lo que nos recuerde lo que hemos sido para imponernos como una página en blanco lo que vamos a ser», una página que llenarán nuestros amos. El comunismo es «la destrucción del individuo suelto, la prohibición del yo por un nosotros en el que el yo puede matar a otros yoes, a cualquier otro».
