// Rafael Lema //- «Europa, una introducción a su historia» (La esfera de los libros, Madrid 2016) de Pío Moa es un compendio lúcido de los acontecimientos que van desde las guerras púnicas hasta el presente, tan imprevisible como sus dos más recientes golpes, el colapso de la URSS y el resurgir islámico. El historiador es conocido por una obra crítica, innovadora y muchas veces poco correcta políticamente o revuelta contra ciertas convenciones convertidas en proclamas intocables.
Por ello no deja a nadie indiferente, sobre todo al tocar temas cercanos y maniqueamente manoseados (guerra civil, transición y democracia en España, separatismos). Es un autor meticuloso cuando se mete en veredas que sabe van a levantar ampollas y sarpullidos en gurús y santones varios, un investigador riguroso que aporta muchos datos incontestables.
En el libro hace un ejercicio histórico necesario para comprender la actualidad europea en un momento de incertidumbre, lleno de críticos al proyecto unionista de la empresa posbélica fundada por los mercaderes y más aún alentada por las soflamas de mercachifles que rechazan ideologías que eran la esencia misma de la llamada «civilización occidental» nacida en las orillas del Mediterráneo y malcriada en el fin de los imperios coloniales.
Pío Moa apunta precisamente en la digestión de las ideologías entre otros aspectos de la historia, además de los políticos, económicos y militares. Ve nuestra historia como la del cristianismo en su tensión razón y fe hasta el siglo XVIII. Después se abren paso las ideologías, con la exaltación de la razón y el progreso, lo que al autor denomina «formas de religiosidad prometeicas«. La evolución del pensamiento europeo a lo largo de dos mil años de nuestra era y la ruina de su primacía cultural tras el apocalipsis de la Segunda Guerra Mundial son dos aspectos clave en este trabajo. ¿Una decadencia irreversible? se pregunta el autor, que sin embargo tiene esperanza en que así no sea, por el «espíritu combativo» de la vieja Europa, a quien ve como a Atenea, diosa de la sabiduría y de la guerra «pues en las dos cosas han sido pródigos los países que componen el continente».
Por supuesto, Pío Moa ama y le duele España (en el único país con historiadores nativos que parecen odiarla), por ello dedica muchos párrafos a analizar las circunstancias de muchos aspectos de nuestro pasado no demasiado tratados, o maltratados. Coloca a España y su obra en el eje vertebrador de Europa y de América, que no se entienden sin ella.
El autor huye del enfoque monotemático de la economía y la técnica para estudiar la evolución del mundo, y nos dice que la historia necesita un hilo conductor que permita encontrar algún sentido, al menos parcial. Este libro sin duda ayuda a ver certezas y comprender un poco mejor el presente, tan lleno de incertidumbre. y cree como Toynbee que las civilizaciones hasta ahora siempre dieron respuesta a los retos.
Un artículo de Rafael Lema