Medina Azahara actuaba en la Terra de Soneira. Siguió el concierto nuestro compañero Rafael Lema que nos ofreció esta excepcional crónica.
Rafael Lema
La cita con Medina Azahara en Carnés (Vimianzo) en la noche del lunes contaba con otras propuestas en la cartelera de la comarca pero animó a cientos de personas que llenaron la praza do Socorro. El grupo cordobés no defraudó el día de San Bieito, dentro de los actos festivos iniciados el sábado con la multitudinaria Faguía. La actuación de la mítica banda cordobesa fue uno de los acontecimientos musicales de la temporada, un prodigio de magia con el público, conexión con el ambiente, demostración de maestría sobre el palco apoyados en la técnica vocal y musical levemente acompañada de algunos efectos de imagen. Los que lo perdieron, si aman la música verdadera, sin trampas, lo lamentarán.
Los Medina en Carnés cortaron las orejas, el rabo y salieron por la puerta grande a la sombra del nuevo San Cristovo de dos metros de granito del país. Empezaron su actuación cerca ya de la una y media de la madrugada, mientras la orquesta Xacobeo hacía un meritorio trabajo de distracción de la hetedoroxa peña, en donde además de gente de todas las edades llegadas de la comarca se veían numerosos foráneos.A las doce de la noche aún se podía aparcar con relativa facilidad en Carnés, pero una hora después la localidad ya lucía uno de sus carteles de éxito, aunque no se podía comparar con el récord de la Faguía y el sábado.
Era lunes tras un agitado fin de semana lleno de propuestas y en vísperas de grandes fiestas. No tardaron más de unos minutos los de Córdoba en tomar el testigo a los últimos toques latinos de los teloneros. El tránsito fue rápido, sin espera. Unas sombras moviéndose entre los instrumentos, una pantalla mostrando arabescos, el nombre de la banda, y en tres minutos ya estaban «petando» todos con «necesito respirar, descubrir el aire fresco y decir cada mañana que soy libre como el viento». La plaza se puso a botar y no paró acompañando a unos músicos entregados, sin freno, enseñando que en el siglo XX hubo un estilo musical llamado rock que fue era el rey indiscutible y mojaba en todas las salsas. A los más jóvenes, un tanto alejados de la historia del grupo y contaminados de lucerías, dj´s y hiphop, les impresionó la marcha y la pasión de los cordodeses, la entrega del cantante, las guitarras en total frenesí armónico, sin estridencias, con dominio del tiempo y del espacio, algo que sólo lo dan los galones conseguidos en mil batallas en directo y el saber del maestro. Incluso los «mayores» «fliparon» con la propuesta y se clavaron en sus puestos para no perder el sitio.
En la noche en calma, que hacía sudar las camisas y tops de los animosos de la mitad de la plaza próxima al palco que no pararon de saltar y levantar los brazos o usar los móviles, salieron temas como de «Las esquinas del viento» o «Tierra de libertad», también de su último álbum «La memoria perdida». Canciones que a muchos les hicieron recordar otros tiempos, «Fría y sin alma”, “Donde está la luz”, “Palabras de libertad”, “A luz del camino». Medina se coronó en el norte, en una parroquia milenaria y emigrante de la ría de Camariñas famosa por sus propuestas de grandes orquestas y sus tradiciones centenarias, de reses y caballos cimarrones fecundados por el viento, en una noche mágica, calurosa, de primavera cordobesa. Y también realizó un loable homenaje al rock natural con raíces en tiempos de agonías y artificios.
«Espectacular descarga la de ayer, ha merecido la pena el desplazamiento y la pérdida de horas de sueño para ver y disfrutar del concierto», comentaba uno de los asistentes llegado de León. «Inigualable, inolvidable, sin palabras, brutal», decía una joven de la ría, ya medio afónica. «Todo un lujo como nos tratan en Carnés» agradecía el cantante del grupo Manuel Martínez antes de subir al palco, al posar con la comisión. Agradecidos le estaban todos por su entrega. «Ha sido un verdadero placer, esperamos volver pronto, gracias a la asociación de las fiestas de Carnés» dejaba caer el manager tras la cita.
El grupo cordobés Medina Azahara inició su andadura en 1979 y ahora sigue de gira por el país. Lo componen el vocalista Manuel Martínez, Paco Ventura, Manuel Ibáñez, Juanjo lover bass Cobacho, Nacho samurai Santiago. El 30 de julio estará en Arbo, Pontevedra, la tierra de la lamprea, tras haber estado en la capital de los callos y la faguía.
En abril de 2011, Medina Azahara edita «30 años y la historia continúa», un nuevo trabajo consistente en un DVD con un concierto de 30 canciones, 2 CD con el contenido de ese mismo concierto, y un disco de estudio con 8 temas nuevos. El CD «La memoria perdida» es lanzado en 2012, con 14 nuevas canciones y un marcado y renovado sabor andaluz y flamenco, recordando sus inicios con el rock sinfónico y el rock andaluz a la estela de Triana, Alameda. Aquella propuesta nacida de unss jóvenes con “guedellas” que conseguían discos de rock, jazz, blues, en las bases americanas y la fusionaban con la genuina tradición andaluza.
Fotos- Medina Azahara- Noelia López- San Cristovo Carnés- Facebook
