La Guardia Civil, a través de su patrulla del SEPRONA de Arteixo, ha iniciado investigaciones sobre un presunto delito contra la flora y la fauna en Laracha (A Coruña). Las pesquisas comenzaron tras detectarse la colocación de lazos no selectivos en fincas agrícolas dedicadas al cultivo de maíz, un método prohibido debido a su impacto indiscriminado tanto en animales domésticos como en fauna salvaje.
El caso se remonta al 14 de agosto de 2024, cuando un vecino denunció que su perro quedó atrapado en uno de estos lazos durante un paseo. El animal sufrió lesiones que requirieron atención veterinaria. Posteriormente, el 30 de octubre, otro perro fue víctima de un lazo similar en una finca cercana. En esta ocasión, el propietario logró liberar al animal sin que sufriera daños.
Durante una inspección realizada a cabo el 4 de noviembre en la zona afectada, los agentes localizaron y retiraron dos nuevos lazos instalados en pasos estratégicos utilizados por la fauna salvaje. Según informó la Guardia Civil, estos dispositivos, fabricados con cables metálicos y mosquetones, tienen un carácter masivo y no discriminan entre especies, lo que constituye una amenaza tanto para los animales silvestres como para los domésticos.
El gestor de las fincas, identificado por las autoridades, admitió su conocimiento sobre la ubicación exacta de los lazos. En su declaración, justificó su uso alegando los daños recurrentes que los jabalíes y otras especies salvajes provocan en los cultivos de maíz. A pesar de esto, el uso de este tipo de trampas está prohibido por su peligrosidad y falta de selectividad.
Las autoridades continúan las investigaciones, y la Guardia Civil ha recordado la importancia de utilizar métodos legales y sostenibles para la protección de cultivos, priorizando siempre la seguridad de personas y animales.