Una vecina de Muxía que celebraba su 51 cumpleaños en el local de turismo rural Casa de Lema de Morpeguite se encontró con un inesperado regalo en el menú. Dentro de una almeja de la ría descubrió una perla de color oscuro. La vecina, gerente del gimnasio Benestar de Muxía, se lo tomó como un buen augurio y lo compartió en las redes.
No es frecuente que las almejas críen perlas debido a su corto período de vida, pero sí puede suceder. Los moluscos recubren de nácar elementos intrusos que entran en su interior. Una perla negra, nombre tan bucanero en una ría de célebres corsarios (Lastres, Pardiñas, Medanich, Roura) también tiene su punto.
Lo más inusual es el hecho de contar con una nueva cita de un suceso similar después de que hace dos meses se detectase otra perla en una almeja de la ría de Noia. Esto abriga la esperanza de un año «perlífero» en las rías gallegas, ya que una casualidad repetida puede dar lugar a un hecho consolidado y como los pimientos de Padrón las almejas grandes gallegas sean ameixóns que «teñan perlas ou non».
