El auditorio Baldomero Cores de Cee acogió la presentación de – Voa, Saltarín, ata a Fin da Terra! Fly, Little Grasshopper, to the End of the World! – segundo cuento bilingüe de la docente Guadalupe Vázquez Formoso, libro apoyado y financiado por la Xunta de Galicia y Turismo de Galicia.
La presentación corrió a cargo de la alcaldesa de Cee, Margarita Lamela, que aprovechó el acto para entregar un regalo al hijo de Guadalupe, Antón Sambade, ganador del primer premio en el concurso de ámbito nacional Tú eres Luz para el Mundo, de Infancia Misionera.
Alas para volar
En su intervención, Guadalupe Vázquez incidió en lo expuesto en la presentación de su primer cuento. Destacó nuevamente la importancia de tres aspectos básicos que contienen ambos cuentos: el movimiento, las emociones y las lenguas – ambos son libros bilingües en gallego e inglés – y añadió que este segundo cuento supone “un canto de amor á Terra”, a la vez que pretende animar a los más pequeños a que hagan realidad sus sueños y darles alas para conseguirlo, “darlles ás para voar”, como dice la autora.
Agradecimientos de Guadalupe Vázquez
El público pudo, además, ver y escuchar en la pantalla el vídeo del cuento en ambas lenguas, con las voces de la autora y de su hijo Antón, que ponía la voz de Saltarín. El cuento iba acompañado de la música del director de la Escuela de Música Municipal de Cee, Fernando Fraga, a quien Guadalupe agradeció junto a otras muchas personas, empresas y entidades entre las que cabe destacar el Concello de Cee, la Xunta de Galicia, el Cluster de Turismo de Galicia, la Asociación Monte Pindo Parque Natural, las dos imprentas encargadas de darle forma física al cuento: la imprenta Paco de Cee y la imprenta Brinco de Santiago de Compostela, el colegio Manuela Rial, “a través do cal teño o enorme privilexio de traballar a diario cos nenos e nenas, que son aos que moi especialmente debo mencionar hoxe aquí, pois sen eles estes libros, este acto de presentación, non terían razón de ser.”
Agradeció, además, muy especialmente, a su padre, quien le inculcó su amor por la literatura y por la tierra, sobre todo en aquellos años en los que la autora vivió con sus padres y su hermana en Estados Unidos.
