//Manuel Sambade//
La entidad escolar ha alcanzado los objetivos de ventas del Proyecto Salvavidas, que financia la adquisición de un desfibrilador con la venta de pulsera de la marca Kukutxumusu.
Raquel Blanco, Tesorera del ANPA Alén, ha manifestado su satisfacción ante la gran acogida de solidaridad que ha tenido la propuesta entre los propios integrantes de la comunidad escolar de Corcubión y el resto de la población de la comarca. La idea, señala Blanco, sanitaria de profesión, surgió tras una propuesta al ANPA Alén para poder hacerse convertir el recinto escolar en un espacio cardioprotegido y, para ello, decidieron optar por la opción aportada por el Proyecto Salvavidas, una iniciativa que garantiza que, con la venta de pulseras al módico precio de 3 euros los centros educativos puedan disponer de un desfibrilador y profesorado con conocimientos en reanimación cardiopulmonar.
Como destaca la Tesorera del ANPA Alén “todos los centros educativos deberían disponer de un desfibrilador y profesorado con conocimientos en Reanimación, pues la muertes súbita es evitable”, motivos por los que anima a todos los centros escolares de la comarca a sumarse a dicha iniciativa y, caso de querer contar con su experiencia, “no duden en contactarme para asesorarles en lo que fuese necesario”.
061 de Burela, pieza clave
Blanco destaca el papel crucial desarrollado desde el 061 de Burela, a quienes acudió para gestionar todo el proceso de adquisición de pulsera y, como señala, con la ventaja de haber logrado unas condiciones que mejoran la inicial oferta de la propia iniciativa Salvavidas. “Hay varios packs”, indica, “el más básico supone la venta de 400 pulsera y te entregan un desfibrilador, pero nosotros optamos por el de 800 pulseras (que con la medicación del 061 de Burela se quedó en 620) para poder optar al pack superior, que incluye desfibrilador, vitrina, homologación, formación en cardioreanimación para 8 personas y una placa de Espacio Cardioprotegido”, indica.
Cada cual aporta según sus posibilidades
Uno de los puntos que desea destacar la promotora del proyecto es que, pese a que la iniciativa supone la venta de 5 pulseras por alumno, se ha dado total libertad a cada integrante de la comunidad escolar para vender el número que quisiese o pudiese. “Unos vendieron 5 y otros 70, lo importantes es haber logrado el objetivo”. Y tanto que lo han logrado, de hecho, ahora sólo queda recibir el importe en euros contantes y sonantes de las pulseras distribuidas y, en breve, “posiblemente a principios del próximo año”, el desfibrilador ya estará en el CEIP Praia de Quenxe de Corcubión.
Recambios para parches y baterías
Pero la cosa no acabará aquí, pues, como indica Blanco, la idea es vender más pulseras para contar con repuestos de parches y baterías para que, “en caso de suceder algo, siempre tengamos el desfibrilador en perfectas condiciones operativas”.
