//Manuel Sambade//
CIG, UGT y CGT acudirán mañana a las elecciones con la espada de Damocles del futuro de la empresa de no alcanzarse el tan demandado plan de viabilidad para las instalaciones de Cee y Dumbría, piezas claves del sector laboral y económico en la comarca de Fisterra.
Las elecciones sindicales de Ferroatlántica que se celebran mañana viernes, día 8 de noviembre, se presentan como las más trascendentales de la historia de la empresa y pueden marcar un antes y un después en el devenir a corto y medio plazo de la empresa más emblemática y vital de la Costa da Morte, pues las aguas sindicales vienen turbias, tanto como hace escasas fechas manaban los grifos de Cee, y el panorama se presenta muy incierto y con múltiples actores a escena de la arena sindical.
Eso sí, dentro del particular elenco de temas estrellas, dos son las “Prima Donnas” más destacadas dentro de este paseo de la fama de “patatas calientes” a resolver en estas elecciones: la tarifa eléctrica y el contar con un plan de viabilidad que garantice que la venta de las centros de producción de la comarcal al fondo de inversión TPG no se tornen en mero puente hacia la voladura controlada de ambas.
Con este panorama, las posturas de unos y otros en relación con las tarifas eléctricas -el elemento más determinante de la producción de las fábricas- son las que generan mayor controversia, sobre todo entre UGT y la CIG, que han entrado en el debate público, mientras que CGT circunscribe su actividad al ámbito interno.
Elecciones clave para la pervivencia de la empresa en la Costa da Morte
La especial relevancia que la cita electoral posee viene determinada por la incertidumbre que planea sobre la viabilidad de las fábricas de Cee y Dumbría y con las centrales hidroeléctricas, que son el principal motor industrial local y que posee un peso vital en el conjunto de la economía de la comarca de la Costa da Morte.
Una comarca para la que, sin fisuras, todas las centrales sindicales reclaman mayor inversión por parte de la Xunta y unas políticas de apoyo a la industria que deberían de empezar por contar con un sistema de interrumpibilidad (sistema compensatorio por el que los grandes consumidores cobran una prestación a cambio de parar las fábricas en los momentos de mayor consumo) que, al ser justo y estable, habilite a las empresas la posibilidad de realizar previsiones y planificaciones de sus inversiones, sin estar siempre en la fina línea de equilibrista que separa una cuenta de resultados positiva de otra en números rojos que amenazaría la propia supervivencia de las empresas.
Plan de viabilidad, garantía de futuro
La otra piedra angular del debate electoral sindical será el tan traído y llevado tema del plan de viabilidad que, con especial realce por parte de la CIG, las fuerzas sindicales vienen reclamando a la Xunta tras la venta de Ferroatlántica al fondo de inversión TPG. Semana tras semana han venido manifestándose los trabajadores a las puertas del Concello de Cee reclamando el que evite un recorte de producción en los hornos de las fábricas de ferroaleaciones de Cee y Dumbría. Minoración en la producción que se teme debido a que, pese a la venta, el único cliente y el único proveedor del producto sigue siendo Ferroglobe, que cuenta con una participación mayoritaria del Grupo Villar Mir, a su vez anterior propietario de las factorías de Cee y Dumbría y de las centrales hidroeléctricas.