//Manuel Sambade//
El bañista, natural de Murcia, se adentró con su coche en el arenal de a Langosteira y, por razones aún desconocidas, se arrojó a las peligrosas y frías aguas
Alertados por los vecinos de tales hechos, la Policía Local de Fisterra se personó en el el lugar, donde el agente realizó reiteradas llamadas de atención al bañista, pero sin recibir respuesta alguna a sus requerimientos. Por fortuna, por las inmediaciones de la playa se hallaba un pescador local que acudió a recoger al Policía Local y lo trasladó hasta la zona donde se movía el cuerpo para constatar que, según señala el Teniente de Alcalde de la localidad, Xan Carlos Sar “Kuka”, “atopábase lívido e sen pulso. Estaba morto”.
RCP y profesionalidad, claves del milagro
Ante la dramática evidencia, la diligencia de ambos rescatadores fue clave para proceder a las tareas de reanimación y practicarle una RCP (Reanimación Cardiopulmonar o Resucitación cardiorespiratoria) que logró, literalmente, resucitar lo que ya era el cuerpo sin vida del bañista murciano.
Traslado hospitalario y muchas dudas
Al recuperar el pulso, la Policia Local dio aviso a una ambulancia, cuyos efectivos sanitarios consiguieron estabilizarle y le trasladaron inconsciente y en estado crítico al Hospital Virxe da Xunqueira de Cee, donde permanece hospitalizado.
Al respecto de los motivos de tan extraña conducta, Sar apunta a un posible desconocimiento de la zona o, quizá una hipótesis más extrema, pues testigos presenciales habrían escuchado de boca del rescatado manifestaciones que apuntarían a algún tipo de problema emocional como causa de lo ocurrido.