//Manuel Sambade//
Desde la entidad culpan a la suelta ilegal de conejos destinados a la caza de los daños causados en el frágil ecosistema, lugar del endémico “carballo enano”.
El Olimpo Celta está vetado a cualquier tipo de acción de repoblamiento tras la plaga de incendios que asoló la zona en el 2013 y que, pese a ello, y como señala Xil Caamaño, uno de los portavoces de la entidad, no sólo no se habría cumplido tal moratoria sino que desde la asociación aseguran tener pruebas fehacientes de todo lo contrario.
Opuestos al TECOR
De hecho, como indica Caamaño, desde la entidad tiene la intención de reunirse con los integrantes de la Comunidad de Montes de Caldebarcos e San Cibrán para saber qué opinan al respecto de este tema, ya que, desde el Monte Pindo Parque Natural no están para nada de acuerdo con que “haxa un TECOR nunha zona tan sensible e na que habita o carballo enano onde andan os cazadores cos seus cans habendo monte de abondo en Carnota sen ter que estar polo Monte Pindo desfacendo un entorno privilexiado e protexido”.
El portavoz dela entidad ya anticipa que habrá “polémica” con el tema al tratarse “dun colectivo tabn forte coma o dos cazadores”, pero que, pese a ser una tarea ingrata, “alguén ten que meterlle man ao tema”.
Chan das Lamas
Aparentemente, el sitio elegido para estas sueltas es el conocido como Chan das Lamas, lugar que, como apunta con ironía nada disimulada el activista medioambiental, “non é precisamente elexido por casualidade, senón que o escolleron porque aos cazadores elles máis sinxelo chegar alí cos seus coches”.
Exceder los límites del TECOR
Es más, Caamaño asegura que, pese a que, según sus datos, la extensión del TECOR ern la parte que penetra en el Pindo no abarcaría zonas como las de Cima Darca, en el entorno del lugar de Cabanude, asegura haber encontrado en dichas zonas numerosos restos de cartuchos y señales evidentes de la presencia en dichos parajes de cazadores “no chan do Monte do Pindo, porque hai moitísmo coello na zona da Cima Darca e estarían entrando en zonas nas que probablemente non deberían estar”.
Situación que a los miembros de la entidad Monte Pindo Parque Natural les resulta paradójica cuando la Xunta, a la que afean la nula acción realizada para poner coto a dichas sueltas indiscriminadas, sí se dio prisa en apercibir y amenazar con sanción el proyecto de recuperación ecológica del Olimpo Celta denominado SOS Monte Pindo, “que nos permitiu prantar 2500 castiñeiros e 1050 carballos durante dúas xornadas, que foron as que tardou a xefa do distrito forestal V da Xunta, Sara Romero Sueiras, en prohibilo baixo a ameaza incluso de interceptar e sancionar ás persoas que identificaran nos camiños”.
Abundante presencia de conejos
Pese a que en otras zonas no sea tan frecuente la presencia de conejos, Caamaño asegura que en las inmediaciones del Monte Pindo sí es abundante la población de dichos animales “que potencialmente poden introducir no entorno enfermidades e patóxenos alleos que poden provocar consecuencias catastróficas non só na poboación autóctona de coellos, senón introducirse na cadea trófica a través dos seus depredadores”.
Huir “a las carreras” para salvar la vida
Así, con un claro “saímos fuxindo”, describe el portavoz de la entidad el reciente encuentro que asegura haber tenido el fin de semana pasado cuando, en compañía de una excursión de miembros de la SGHN (Sociedade Galega de Historia Natural) recorría el Monte Pindo para ver el carballo enano. “A xente dixo: vámonos d e aquí que están pegando tiros e estamos no medio dos carballos e inda nos van a dar”.
“Isto non pode ser, porque un día imos ter que lamentar un accidente grave e logo xa será tarde, porque os cazadores estaban a 50 ou 60 metros de nós e estábamos en risco de que nos deran”.
