//Manuel Sambade//
El regidor de Corcubión, Lalo Insua, considera que, muy al contrario de la “falta de respeto” hacia su persona manifestada por Ramón Rojo, el cese se habría debido a “una pérdida de confianza” en una persona que, considera el regidor, se habría extralimitado en sus funciones “cuando dijo que venía al gobierno a aprender”.
José Ramón Rojo Rodríguez, al que recientemente se desposeyó de su cargo por mandato del regidor local, el socialista Lalo Insua, cree que tal medida obedece a que “querían que me sentase en el despacho y no hiciera nada”.
Retribución acorde a trabajo desarrollado
“Si pedí una media jornada de sueldo fue como justa retribución a todo el trabajo que yo ha llevado a cabo, leal y honradamente, a lo largo de estos meses de gobierno”, indica. Además, como puntualiza Ramón Rojo, el hecho de pedirle una media dedicación no significaba que ello fuera una concesión automática “pues había que llevarla al pleno y que la aprobara la oposición”. Palabras que viene a cuento de la parca mayoría con la que el PSdeG cuenta (o contaba en Corcubión) pues sólo posee tres de los nueve ediles que componen la corporación.
Doble vara de medir
“De lo que Lalo (actual alcalde de Corcubión) se quejaba antes, que era que no le querían aprobar el sueldo, ahora me lo hacía a mí”, resalta. Tal actitud, a juicio del ex socio de gobierno, “demuestra cómo es este señor (Lalo Insua) y lo mucho que deja que desear con su actitud, porque lo que criticaba de PP y BNG, que no le aprobaban el sueldo, se lo estaba haciendo a un compañero de gobierno”.
Dignidad por encima de salario
“No le había pedido otra cosa que llevarlo a pleno”, reitera, “pero es tan avaricioso que ni eso hace”. Y remata su alegato señalando que, “me he merecido esa media jornada porque he trabajado duro, cosa que pienso seguir haciendo”, finaliza.
