//Manuel Sambade//
La Alcaldesa de Cee, Margarita Lamela, ha solicitado de a Augas de Corcubión- Cee SL la emisión de un informe sobre la calidad del auga en Cee así como analíticas que acrediten la potabilidad del agua a raíz de las numerosas quejas vecinales y del BNG al respecto del color terroso y con presencia de arenas que presentaba la misma.
A raíz de dicha petición, desde el gobierno local señalan que, según se indica en el informe remitido por Augas de Corcubión “a calidade da auga distribuída é conforme os parámetros establecidos no Real Decreto 140/2003 do 7 de febreiro polo que se establecen os criterios sanitarios da calidade de auga de consumo humano, conforme consta no control analítico”.
Desde Augas de Corcubión, según afirman desde el ayuntamiento de Cee, se ha indicado que el agua que estos días había manado con un grado de turbidez que ha sido objeto de críticas tanto de los propios usuarios como del BNG, que emitió una nota de prensa denunciando los hechos, “sempre estivo controlada” su calidad y que los hechos denunciados de turbidez de las aguas “en ningún caso foron risco para o seu consumo”.
Tratamiento físico y químico
Aguas de Corcubión indica que las aguas consumidas en Cee proceden del embalse de Santa Uxía y que, desde dicho punto, se procede a su canalización mediante bombeo hasta la Estación de Tratamiento de Auga Potable (ETAP), que se sitúa en el mirador del Ézaro, donde recibe un doble tratamiento: físico y químico, que elimina tanto las materias flotantes como garantiza su potabilidad y su aptitud para ser objeto de consumo humano.
Aguas turbias, hecho puntual
La entidad considera que, lejos de haber constituido un problema digno de la alarma generada, el hecho de que las aguas fluyesen marrones de los grifos de Cee es “desde sempre, un feito puntual nas primeiras choivas no fin do estiaxe”. Lluvias que, en su valoración, hacen que “os arrastres dos leitos dos regatos e os ríos que chegan ó encoro de Santa Uxía sexan máis abundantes do que a diario van”.
Y finalizan resaltando que los hechos se dieron meramente “en zonas puntuais do subministro”, pero que la calidad de las aguas siempre ha estado garantizada.