//Manuel Sambade//
Como apuntan los operarios del PEL (Plan de Emprego Local) de Cee, promovido por la Diputación de A Coruña, los cálculos son claros “levamos retirados 50 capachos desde que empezamos a limpar fai unha semana”.
A la pregunta del peso de cada uno de los capachos la respuesta ronda los “cerca de 40 kilos”. Los cálculos, incluso para uno como yo, hijo de las letras puras, arrojan un total, tirando por lo bajo, cercano a los 2.000 kilos de material de detritus retirado o, si se prefiere, dos toneladas de material que habría obstruido las arterias de la red de pluviales ceense de no mediar la laboriosa y constante tarea de estos trabajadores del PEL que se han vuelto estampa típica en las calles de Cee, ya llueva o haga un sol de justicia.
Falta de mantenimiento, la clave del problema
La cantidad recogida, fruto del trabajo realizado a lo largo de toda la semana en el entorno urbano, evidencia a las claras el singular problema ocasionado por la falta de limpieza de cauces y lechos fluviales y los potenciales peligros a los que ellos expone a villas que, como las de Cee, ya han sufrido en sus carnes las consecuencias de fuertes lluvias, mareas altas y alcantarillados anegados por la falta de limpieza.
Hoy por la mañana, estos integrantes del PEL se afanaban en las tareas de limpieza de las arquetas de pluviales sitas a lo largo del paseo del Alcalde Pepe Sánchez retirando capazo tras capazo de un amasijo informe de hojas, piedras y barro que, de no haber mediado sus tareas de limpieza, habrían convertido en mucho más peligrosa la fuerte tormenta de agua caída ayer en Cee “pois na zona da Armada, que foi onde limpamos onte, aquelo era un desastre”.
Cumpliendo compromisos
El nuevo gobierno, pese a los daños causados por la tromba de agua de ayer, semeja cumplir así el compromiso que la alcaldesa local, la socialista Margarita Lamela, adquirió en su toma de posesión, cuando se comprometió, como una de las primeras medidas de su gobierno, a levar a cabo una campaña “urgente” de adecuación y limpieza de las calles de la localidad y de sus arenales y pistas de las diferentes parroquias.
30 millones de daños en el 2006
so sí, visto lo visto ayer, con el agua corriendo libremente por las aceras y las calles de Cee, en especial en la avenida Fernando Blanco al reventar y borbotear al exterior las arquetas sitas frente al lugar que antes ocupaba “o Bosque Máxico” y la que se sitúa justo frente a “Dofer” y “Crisanto”, donde los propietarios lucharon durante horas para evitar que las aguas entraran al interior del establecimiento en una muestra más de que Cee, pese a los millones invertidos bajo la administración de Ramón Vigo tras los desastres de la riada que asoló Cee en el 2 de octubre del 2006, siendo alcalde el popular Antonio Domínguez, han servido para paliar pero no para atajar de modo definitivo un problema que causó en su momento daños por más de 30 millones de euros.