//Manuel Sambade//
Y un aviso para navegantes o para futuros infractores, las sanciones no son precisamente baratas, pues oscilan entre los 80 y los 200 euros.
Los municipales ceenses han intensificado su campaña para erradicar aquellas zonas que se habían tornado “puntos calientes” para peatones debido a la recurrencia de algunos conductores en parar o, directamente, estacionar sus vehículos en zonas no aptas para ello.
Puntos calientes
Las aceras de determinadas zonas de Cee como las inmediaciones de la zona de bares aledaña a la plaza de la Mujer Trabajadora, la acera frente al Banco Santander, tramos de la rúa de Arriba y otros puntos viarios son hoy un lugar más seguro para los que, a diario, transitan por la zona y han de verse en la disyuntiva de, o bajar a la carretera o, directamente, ejecutar ejercicios de estiramiento para pasar entre los coches que suelen parar/estacionar sus vehículos ocupando gran parte de la acera.
Bares, bancos y compras
Algunos paran para hacer un recado, otros para tomarse un café y, muchos otros, para pasar la tarde o hacer la comida. Algunos de los que se olvidan de lo que aprendieron en la autoescuela lo hacen incluso en las inmediaciones del cuartel de la Policía Local, una situación que, desde la Policía Local, están decididos a erradicar por la vía de la sanción pecuniaria para los infractores reincidentes “porque, aunque siempre mantenemos una estricta política de sanciones, algunos nunca aprenden”, señalan.
Redoblar esfuerzos
“Durante una temporada llevamos a cabo una intensa campaña de sanción y, parecía que las cosas se habían calmado, pero, visto lo visto, tendremos que volver a iniciar una nueva ronda de sanciones para evitar que algunos conductores sigan campando a sus anchas”, señalan desde la propia Policía Local al tiempo que destacan su compromiso por hacer factible una cierta tolerancia con el hecho de que no se produzcan abusos “porque la idea no es multar por multar, pero tampoco que haya algunos que se aprovechen y perturben a los demás vecinos”.
Zonas de carga y descarga
Otro de los puntos centrales de la iniciativa reside en la mejora de la señalización de los delimitación de los puntos de carga y descarga que eran uno de los focos de conflicto entre vecinos y profesionales de las distintas ramas del transporte y que, incluso, motivo una pregunta a este respecto por parte del BNG en el último pleno de Cee. De hecho, uno de los puntos en los que incidirán será en el de, aparte de las aceras, en evitar irregularidades en las zonas habilitadas como paradas de bus, carga y descarga, y plazas para discapacitados, que muchos, desde la insolidaridad o el mero desconocimiento, siguen usando impunemente como si de un aparcamiento general se tratase.
“No somos los malos de la película”
Al respecto de la desconfianza del público sobre si este tipo de iniciativas responden a un interés real de hacer cumplir la ley o a un puro afán recaudatorio, los profesionales de la ley de Cee manifiestan que a ellos no les provoca una especial satisfacción el multar, y más aún si es vecino, pero que deben aplicar la ley “en beneficio de todos”, pues entienden que no se puede usar el texto como pretexto y que una cosa es una parada y otra “estacionar un coche sobre la acera o en zonas habilitadas para descarga la mañana entera”. “Luego, cuando los multas, siempre te dicen que era `sólo un momento´, pero saben perfectamente que no era así”.
Domingos de mercado
El mercado dominical, que reúne en Cee cientos de personas y de vehículos, entre los de los propios feriantes y los de los asistentes a la feria, es el único día en el que se da una cierta relajación de la norma de los estacionamientos en aceras “porque no queda más remedio ante el volumen de vehículos que se congregan en Cee ese día”.
Tolerancia que justifican porque, de no ser así, “Cee no podría albergar el mercado dominical”, y consideran que sería peor el remedio que la enfermedad si los potenciales vendedores y compradores que ese día abarrotan las calles de Cee dejasen de venir por falta de lugar dónde aparcar. “No es que dejemos que cada uno haga lo que quiera, que no es así, pero tenemos que asumir que, por unas horas, y excepto en casos graves, hay que tener un poco de tolerancia en aras del bien común que para la economía local significa el mercado”.