El fondo estadounidense TPG Sixth Street Partners ha comprado Ferroatlántica por unos 170 millones de euros. De esta manera, este fondo se hace con diez plantas hidroeléctricas del grupo de Villar Mir y con la fábrica de ferroaleaciones de Cee-Dumbría.
Compromiso de incrementar la productividad
La gestión corresponderá a la firma española Ithaka que ya ha anunciado un plan de inversiones orientadas a «incrementar su posición competitiva y su productividad».
Ahora faltan las autorizaciones de la CNMC(Comisión Nacional de Los Mercados y la Competencia) y de la Xunta de Galicia. El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, ha asegurado que el gobierno autonómico exigirá que se cumplan las condiciones de las concesiones hidráulicas, actuando “con responsabilidad y garantizando los derechos de los trabajadores y la actividad industrial».
Visiones diferentes en los sindicatos
Por su parte, los representantes de los trabajadores tienen impresiones distintas. Desde el sindicato CGT ven como “muy positivo” el anuncio hecho por los nuevos compradores, lo que derivará en la retirada del ERTE y la reanudación de la actividad en los hornos parados desde hace meses.
Desde la CIG la operación es “ilegal” y estamos ante una operación encubierta para la segregación de las centrales. Piden la intervención de la Xunta de Galicia.
Debate en el Parlamento de Galicia
La venta de Ferrotlántica llegará al Parlamento de Galicia la próxima semana. El portavoz de En Marea, Luis Villares, preguntará al presidente de la Xunta de Galicia por una compra que pone en riesgo la “viabilidad» de la industria.
Los socialistas demandarán que se pida a la empresa un plan de viabilidad que garantice la actividad de las centrales. Ana Pontón(BNG) solicita que no se autorice lo que considera que es “una nueva operación espaculativa” de Villar Mir.