Rafael Lema
En 1925 cuando se inauguraba una nueva estación hidroeléctrica en el Pindo y estaba en auge la explotación de las ballenas pedía en un artículo periodístico Alberto Insua un puente que cruzara el río Xallas por O Ézaro y una carretera a Muros, pues entonces todo el comercio y la movilidad se hacía por vía marina. Una tragedia marina en 1902 con 23 muertos había levantado ya las primeras demandas.
Tardó en construirse el puente, en 1951, y cuando se puso en marcha enseguida se cobró algunas víctimas la nueva carretera. Un curioso accidente tuvo lugar hace casi setenta años cuando un autobús de la empresa Finisterre que cubría la nueva línea de Cee a Carnota y Muros caía por el puente abajo a las aguas de la ría, y tuvo que ser rescatado por un barco de salvamento como uno de los naufragios que solían suceder en aquellas fechas.
Autobús transportado en un buque de Salvamento
Recordaba Jano Lamas que «O autobús de Transportes Finisterre caído desde a ponte do Ézaro ao mar foi traído nun buque de salvamento ao peirao de Corcubión» momento que recogía el fotógrafo Augusto Cerviño en la década de los años cincuenta. El nuevo puente había sido abierto el 12 de septiembre de 1951, tras numerosos problemas.
El primer contratista abandonó la obra antes de la primera Guerra Mundial, por no hallar base firme para los pilares, solo arena fangosa, y después de la guerra, los precios de los materiales se habían disparado y el nuevo contratista rehusó. Finalmente a mediados de siglo aceptó un ingeniero de A Fonsagrada Cándido Fernández que estaba en el Consejo Superior de Obras Públicas.
