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martes, marzo 26, 2024

Descartan que la nao Anunciada sea el pecio de Punta Restelos de Fisterra

Rafael Lema// Un investigador catalán lo descarta en un estudio.

El investigador catalán Enric Juhé Corbalán descarta que uno de los pecios más destacados por los arqueólogos submarinos gallegos de los barcos perdidos por la flota de Padilla el 28 de octubre de 1596 en el cabo Fisterra sea el de la nao Anunciada, como hasta ahora se creía, y apunta a una urca flamenca en un riguroso estudio aún no finalizado.

La nao Anunciada de Portugal era una embarcación lusa de 1.300 toneladas con 160 soldados a bordo y 90 marinos, que perdió 243 hombres frente a Fisterra, la segunda cifra más alta en la flota tras el galeón Santiago de Su Majestad. Juhé analizó planos del pecio y la foto de un codaste que se tenía por timón y para él es claramente de un barco nórdico.

«Decididamente, no es el timón. Estoy prácticamente seguro de que se trata de un contracodaste exterior, formado por varias piezas, cuya finalidad era, además de reforzar al propio codaste, prolongar el rasel a popa del mismo. El modelo es flamenco, sin duda alguna, o, generalizando, del arco que va desde los Países Bajos al Báltico, lo que concuerda con los resultados publicados de los análisis de la madera, que señala una procedencia báltica para muchas de las muestras». Así, pues, no se trataría de la nao Anunciada sino de alguna embarcación embargada, procedente del norte de Europa.

En un primer avance del artículo de Juhé sobre el pecio de Punta Restelos apunta que este «identificado inicialmente como la nao Anunciada, al final, va a resultar una urca holandesa embargada, tal como razono en detalle en el estudio. Las planimetrías que he estado elaborando dan ya una primera idea de por donde va a ir el tema». «Comparo la estructura del elemento hallado en el pecio, y lo comparo tanto con la reconstrucción de la nao en cuestión, como con varios pecios, como las proto-urcas U34 y Scheurrak SO1, o las embarcaciones de construcción holandesa excavadas en Christianshavn, en el yacimiento B&W» incide el historiador en la página su facebook.

En un análisis más técnico indica que «Buscando paralelismos, este tipo de codastes en forma de aleta, que prolongan el rasel, y se refuerzan por medio de las tracas de aparadura y sobre-aparadura, que se extienden hasta el borde de popa, son comunes en la tradición constructiva de los Países Bajos, donde también es común el uso de cabillado de madera para fijar el forro». «Un primer intento de comparar los restos de Punta Restelos con los del pecio holandés U34, una proto-urca construida a tingladillo, ya revela un perfil que encaja perfectamente, siguiendo las mismas inclinaciones. Sin embargo, la marca de la zona inferior, abrazada por las aparaduras, no coincide: en el ejemplo holandés es mucho más reducida».

Analiza esa pieza identificada con un timón y que él dice es un codaste. Habla de su comparación con el codaste de la urca de finales del siglo XVI Scheurrak SO1, «En relación a la base del codaste recuperado en el pecio holandés, las dimensiones son muy próximas, y la altura que cubrirían las aparaduras podría coincidir, o, como mínimo, en ambos pecios es compatible. También en este caso nuestro codaste sería algo más vertical». Hace una reconstrucción hipotética del conjunto del codaste del pecio de Punta Restelos.

«Uno de los pecios excavados en el yacimiento B&W, en Christianshavn, Dinamarca, correspondía a una urca construida en Holanda que los daneses adaptaron para su uso en las Indias Orientales. El codaste de esta embarcación era de dimensiones algo menores, pero muy similar al nuestro, aunque también en este caso la disposición es mas vertical». Se trataría el resto del extremo superior de un contracodaste, al estilo de los que se añadían a popa del verdadero codaste, «disponiéndolos sobre el extremo de popa de una quilla que se prolongaba más allá del punto donde se fijaba el verdadero codaste». «Quedaba, así, formando una suerte de aleta, que prolongaba el rasel (parte de los extremos de proa y popa) y la salida de aguas, y en cuyo canto exterior, prácticamente vertical, se fijaba el timón.

Esto explicaría también por que en el herraje no aparece el macho: se trataría de la hembra, que se encontraba siempre en el codaste» especifica el autor. Esta técnica es una práctica habitual en contextos flamencos o nórdicos, habiéndose documentado abundantemente en pecios de los mares interiores de los Países Bajos, o e el Báltico, pero resulta extraña en un barco de construcción mediterránea. Incide Juhé en que «podía ser interesante examinar en detalle la posición de las piezas de artillería sobre el fondo, y tratar de determinar si, comparándolas con otros ejemplos, guardaban alguna pauta que sugiriera que posición ocuparon en el barco».

La artillería no era en realidad parte integrante de la embarcación, era solo un complemento». El pecio tiene dos cañones pedreros de bronce de origen italiano. En cualquier caso, el elemento es para el autor claramente un codaste de tradición holandesa. Incluso el cabillado en madera y la procedencia báltica de la madera apuntan en esa dirección.

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