Los desfiles despiertan la atracción de los visitantes

Los desfiles de moda son una de los atractivos de la XXVII Mostra do Encaixe que se celebra en Camariñas.

La vistosidad y el exotismo de los participantes extranjeros o los desfiles de moda marcaron la primera jornada abierta al público de la Mostra do Encaixe de Camariñas. A la frescura y desparpajo de los nuevos diseñadores se suma la oferta variada de nombres consolidados que trabajan por incorporar el encaje local a la moda y llevarlo por las pasarelas nacionales e internacionales. El viernes suele ser un día de buena afluencia de público, pero ya el jueves Camariñas era una fiesta, sobre todo para la hostelería local. El momento de los desfiles se convierte en una hora punta y siguen siendo un apartado central de la feria. Como indicó el propio alcalde de Camariñas, la Mostra cuenta ya con la mejor pasarela de moda de Galicia, y la única que durante 27 años no baja el telón.

Reconocidos diseñadores nacionales e internacionales convertirán esta Semana Santa a Camariñas en la capital gallega de la moda. El denominador común de los desfiles es la incorporación del encaje en todos los diseños, desde trajes de novia y fiesta hasta ropa de calle sencilla o arriesgados tocados que también llevan puntillas. Cada año podemos ver muestra de ello. 

Amaya Fernández Blanco (Vigo), jugó con los diáfanos tonos del blanco en trajes de cola con transparencias mostrando en unos casos la original ropa interior, variados escotes y cierres traseros. También un traje entero  estilizado con bellos aportes de encaje blanco en el escote y otra pieza en donde destacaba la parte alta en tul y encaje saliendo de la cintura.

Ana Cabranes (Asturias), aportó elegantes diseños en vestidos para salir a tomar algo, con sus conocidos tonos de colores alegres. Cuatro de sus modelos marcaban este estilo desenfadado. En dos, usando el amarillo, en una larga cola con encaje blanco y rosas de renda. Otro de falda y chaqueta, con encajes tradicionales. Así aportó un pantalón de cuadros y blusa con encaje para mostrar el modelo central, por su profuso uso de renda, en un vestido de pantalón corto desenfadado con un top confeccionado en encaje de hilo blanco excepcional. 

Claudina Mata (Granada), quiso que las puntillas cobraran importancia especial en sus diseños y sacó a tres modelos con trajes de novia, estilizados y elegantes, con las tiras de encaje blanco entrelazados en el raso, en unas largas mangas de encaje espléndidas, en puños y broches. Destacaban las largas mangas a modo de dos colas nuevas en los laterales de uno de los modelos, en inspiración de líneas clásicas o la pintura historicista.

Devota & Lomba (Madrid), aportó dos modelos infantiles de niña en donde se apreciaban los lazos de encaje en beige, en falditas plisadas de alto talle. En sus dos trajes de mujer, mostró un traje de novia de larga cola y pronunciada abertura en la espalda y otro modelo con un sofisticado diseño que sorprendía por sus elevadas y futuristas hombreras en pico, en forma de v, que en la parte trasera sobresalían como un nudo marinero pinzado de la apretada cintura de bello encaje claro, con guiños a la mejor escuela española, de Balenciaga, en telas con peso y volumen.

Esteban Freiría (Málaga), apostó por trajes de verano recordando las fiestas en los barcos, muy adecuados en el centro pionero de los deportes náuticos en la comarca en ocho modelos femeninos y masculinos con lepantos y gorras marineras y todos los colores del verano. Camisetas, chaquetas, batas, faldas con predominio del blanco y el azul, en un toque Coco Chanel, con apliques de encaje en alegre disposición de juego.

Javier Barrio (Pontevedra), quiso mostrar una mujer sofisticada y con mucha personalidad en seis modelos. Acercó tres trajes largos en fucsia con encaje de tira tradicional en  horizontal destacando la parte inferior, con grandes aberturas traseras e insinuantes frontales escotados y marcados con encaje. Un bello vestido bermellón de falda corta adorado con tiras de encaje en la cintura deslumbraba en la pasarela baja. Dos modelos en negro, uno de traje largo, otro corto con escote palabra de honor, en donde destacaba el encaje blanco tradicional en forma de lazadas, hombreras y ribetes.

José Matteos (A Coruña) llevó ocho modelos de mujer jugando con diversos estilos, con faldas largas y cortas, tops, enredando con los tonos oscuros desde el negro al cobalto en tres modelos o con el rosa y el fucsia en otros cuatro. Por supuesto en medio un inmaculado traje de novia en blanco con los tipos más tradicionales de la renda local, usada en largas tiras o adornos en todos los trajes. Un traje largo en azul oscuro llevaba tiras de encaje negro, usado también en escotes y en una bella pechera. Otros dos modelos en seda salvaje rosa con encaje blanco o negro. Un traje con falda en añil con una muy trabajada estrella de labor pectoral de encaje tradicional de hilo blanco. El fucsia marcó dos trajes con falda corta y larga con diversos tipos de encaje tradicional de hilo blanco.

Noriko Hashizume (Xapón) mostró la parte más exótica de esta feria, la aportación japonesa, con kimonos de seda del ancestral trabajo nipón, a los que se incorporó la artesanía más destacada del finisterre europeo, las rendas de Camariñas.

Sara Lage (Lugo) mostró piezas que habían sido seleccionadas en diferentes revistas y exitosos pases, en la línea clásica del encaje en la moda, los trajes de inspiracion nupcial. Dos preciosos trajes de novia con cola, y tocados de mantilla española, con rendas blancas, volantes, brillos, svaroski. Destacaba el encaje de pico en la espalda en una de las piezas o el espectacular traje de novia vaporoso recuperando viejos patrones victorianos con largas tiras del mejor encaje local.

Mar Balmón -única diseñadora de complementos-, llevó cuatro tocados, en forma de bisera cubriendo la parte frontal de la cabeza, como diademas demediadas, muy luminosas, por las plumas, distintas piezas de tela y brocado entrelazadas con encajes, brillantes y svaroski, donde lucían precisosas tiras de encaje verde esmeralda. Una corona con un toque tropical entre flores, plumas y encaje esmeralda cerró su muestra.

La diseñadora local María Campaña apostó por una línea de trabajada sencillez, en cuatro modelos de mujer, tres faldas y una chaqueta con pantalón corto en negro, jugando con los tonos gris, blanco y negro con encaje en blanco y negro, especialmente usando un conjunto de preciosas mariposas de encaje en la frontal, el borde de un vestido remontando el vuelo o en un muy original cierre frontal.

Dentro de las numerosas actividades paralelas, este año habrá por primera vez «a recreación das antigas Palilladas que tiñan lugar na localidade coa participación da asociación de Amas de Casa de Camariñas. Os alumnos da escola municipal de Palillo tamén participarán no desfile inagural da Mostra cos traballos feitos por eles mesmos» según avanzó la responsable de la Mostra Dolores Lema. El desfile infantil Pequeencaixe con los alumnos de la Escuela Municipal de Palillo es uno de los grandes atractivos, por el desparpajo de los niños y niñas locales con algunos vestidos que lucen muy trabajadas labores