La Catedral de Santiago de Compostela y la iglesia parroquial de Ponte do Porto acogen sendas misas en recuerdo a Zapatones. Rafael Lema.
Juan Carlos Lema Balsas «Zapatones», el conocido peregrino del Obradoiro será recordado este próximo sábado día 21 de mayo con el funeral de aniversario que se celebrará a partir de las once de la mañana en la iglesia parroquial de San Pedro de Ponte do Porto, localidad donde nació y en cuyo cementerio vecinal está enterrado. También se celebrará otra misa en la Catedral de Santiago de Compostela el próximo 28 de mayo a las siete y media de la tarde. Zapatones fallecía el pasado 15 de mayo de 2015, por lo que este pasado domingo se cumplió un año de su muerte ocurrida en una calle de Pontevedra.
Su hermano José Lema Balsas se encargó de su sepelio y ahora también de los actos del aniversario de su muerte. Zapatones al nacer fue entregado a la inclusa de Santiago de Compostela por su madre que se dedicaba a vender pescado por las pueblos del entorno de Ponte do Porto. Posteriormente se volvieron a encontrar pero Zapatones quiso vivir a su aire y estuvo envuelto en episodios de delincuencia que lo llevaron a la cárcel hasta que finalmente por sus servicios en un albergue de peregrinos de Arzúa logró rehabilitarse y vio como una forma de vida la de vestirse al estilo tradicional del romero con su capa, bordón y chambergo y convirtiendo su estampa en un icono mas de la plaza del Obradoiro. Compartió hasta una comida con el Rey Juan Carlos I, y recibió a las puertas de la catedral a otros jefes de Estado, presidentes de Gobierno extranjeros, deportistas, músicos, personajes televisivos.
En sus últimos años a causa de su enfermedades y también por su alcoholemia lo pasó muy mal y su hermano lo fue a recoger de una vivienda de alquiler en donde malvivía en el barrio del Sar. Estuvo convaleciente en el hospital, dejó de vestirse de peregrino y acudir al Obradoiro pero de nuevo en el Camino de Santiago fue atropellado de gravedad en Melide. Su hermano lo recogió en su casa de Ponte do Porto casi un año, pero en los últimos días de su vida y en parte recuperado Zapatones quiso seguir en el camino, por lo que José lo llevó a Padrón, como él le pidió. Unos días después le llegaba la noticia de que Zapatones había sido encontrado muerto en un banco en una calle de Pontevedra.
Zapatones fue enterrado en un concurrido sepelio en Ponte do Porto con muchos rostros conocidos de la política galega de todas las tendencias y se le habilitó un nicho cedido por el Concello de Camariñas en el cementerio vecinal de Ponte do Porto. En la caja fue vestido con su capa nueva regalada por Amigos do Liño de Baio. Las otras pertenencias, su traje de romero, sombrero y bastón las conserva su hermano en su casa. También guarda muchos recuerdos, la mayor parte ingratos por la forma de vida elegida por Zapatones la mayor parte de su vida. De hecho el peregrino más famoso del Obradoiro nunca quiso decir donde había nacido y dejaba entender que no tenía familia, aunque todos en Ponte do Porto lo reconocían enseguida en los medios de comunicación y lo saludaban cuando se acercaban a Santiago.
Hace un año Zapatones también fue honrado con una misa en la catedral de Santiago, algo que José Lema Balsas agradece al Arzobispo compostelano como también da gracias por la nueva deferencia que este año han tenido las autoridades de Arzobispado al volver a ceder la catedral metropolitana para su primer aniversario.
