Vecinos de la avenida de Brasil, en Santa Comba, piden la paralización de las obras mientras el alcalde, José Antonio Ucha enseña el escrito presentado el pasado 12 de agosto de 2015.
Los vecinos quieren mantenerse al margen de la lucha partidista
Los propietarios y comerciantes afectados por las obras que se están ejecutando en la rotonda de la Avenida de Brasil quieren mantenerse al margen de la polémica partidista y después de indicar que “tan malo era o proxecto do PP coma este” piden que se centre el debate en lo verdaderamente interesante que es el hecho de que para lograr una supuesta mejora del trafico urbano se condena a la ruina a todos los comercios de la Avda del Brasil y la cuestion de «non estar clara a propiedade dos terreos» como denunciaron esta misma semana.
Ante la duda existente proponen que se paralicen las obras “por principio de precaución”. En relación a las afirmaciones del alcalde de Santa Comba sobre el diálogo con los vecinos, quieren aportar una reflexión:” Se houbera consenso non habería unha contestación social tan brutal que xurdiu cando os veciños se deron conta da verdadeira afectación de este plan sobre nosos negocios».
Ucha Velo enseña el escrito presentado ante la Xunta
Por su parte el alcalde de Santa Comba, José Antonio Ucha Velo remitió una copia del único escrito que, sobre este asunto, presentó ante la Xunta de Galicia y volvió a rechazar las acusaciones del Partido Popular asegurando que sus intereses son los vecinales.
En el escrito presentado el pasado 12 de agosto se presentan una serie de alegaciones al pintado de la citada vía y se informa que “os veciños da zona nos trasladan as queixas referentes á nova estrutura da sinalización horizontal e vertical verbo do establecemento das liñas continuas que obrigan aos peóns a percorrer una importante distancia para acceder ás súas vivendas, tanto cos vehículos como a pé. Tamén existen queixas no referente ao estreitamento dos carrís e a perigosidade que conleva”.
En el escrito firmado por el alcalde, se advierte a la Xunta que las medianas y los carriles del desvío son inoportunos y peligrosos. También se explica que los carriles fueron estrechados y dificultan la movilidad, así como se proponía que le línea central non fuera totalmente continua.
Entre las reclamaciones también se destacaba que la señalización planteada por la Xunta no mejoraba la seguridad vial y creaba “una importante desvalorización nos establecementos da zona”.