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lunes, marzo 25, 2024

Controladores del tráfico marítimo para garantizar la seguridad

Cientos de barcos pasan a diario por el corredor marítimo asignado al centro de control de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao.

Milagros Lara

Silencio. Concentración absoluta las cuatro horas que dura la guardia. Un trabajo exigente distribuido en turnos de cuatro horas que cubren las veinticuatro horas del día los siete días de la semana, todas las semanas del año. Son los controladores de tráfico marítimo. “Somos muy desconocidos, los aéreos se llevan la fama y el dinero” dice Manuel, un controlador del Centro de Control de Tráfico Marítimo de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao. Ellos son los responsables de coordinar todos los movimientos de los buques en el tramo asignado para evitar incidentes en la mar.

Desde el centro de control de Ferrol, en la segunda planta del edificio del Centro de Coordinación de Servicios del Puerto Exterior de Caneliñas, los operadores controlan una sección del corredor atlántico, un área de trescientas cincuenta millas cuadradas y cientos de barcos cada día. “Básicamente diriges entradas y salidas al corredor y mantienes las distancias” nos explica. Además, ayudados de un sistema tecnológico puntero ordenan, coordinan y controlan operaciones asociadas a los servicios portuarios en los puertos de Ferrol, San Cibrao y todos los puertos pequeños hasta Foz. “Es como con los aviones pero con barcos”, resume Manuel y riendo añade “pero sin su sueldo”.  

Exigencia y responsabilidad 

Ubicado en una situación perfecta del puerto exterior de Ferrol desde el edificio triangular que recuerda el logotipo de la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao se puede ver toda la bocana de la ría y la dársena interior. Pionero en el sistema portuario español el centro de control se dotó de la más moderna tecnología. Es aquí, en la segunda planta, desde donde Manuel y sus compañeros contribuyen a la mejora de la competitividad del puerto y garantizan la seguridad en el tráfico marítimo.

Guardias de cuatro horas, descansan ocho y de nuevo otras cuatro en las que tienen que estar en un estado mental de concentración absoluta, con la tención mantenida en el trabajo y siempre alerta. Nada más empezar “casi renuncio” confiesa Manuel. Tensión, estrés, sueño cambiado y trastornos en la alimentación son frecuentes en una profesión que en el gremio se sitúa a la cabeza de quienes sufren problemas coronarios. “Es muy estresante, cuesta adaptarse” y es que la exigencia de su trabajo es alta y la responsabilidad grande. Manuel es capitán y nos aclara que no es únicamente el control del tráfico marítimo el cometido que realizan sino que prestan asistencia en trabajos de gestión y administración portuaria relacionadas con el tráfico marítimo, ofrecen información de tráfico y colaboran con vigilancia aduanera.

“Si es necesario también coordinamos tareas de emergencia relacionadas con salvamento y contaminación”, aunque pocas veces se menciona. En el CTF de Ferrol cada guardia la forman dos controladores y un ingeniero de telecomunicaciones y sistemas “por si falla la tecnología”.

Fotos- www.veredes.es 

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