La ley prohíbe expresamente “la destrucción o deterioro de sus nidos o de su hábitat” ya que los vencejos son una especie protegida.
Milagros Lara
En el centro de A Coruña, en la rúa Nova, las obras que se están haciendo en la fachada del edificio nº 2 impiden que los vencejos puedan acceder a sus nidos ocupados ya por varias parejas en plena cría. El Grupo Naturalista Hábitat, la Sociedade Galega de Ornitoloxía y SEO/Bird Life mostraron su preocupación por la alteración del hábitat de las aves, señalando que los vencejos intentan llegar “desesperadamente” a sus nidos pero la red y los andamios de la obra se lo impide.
Las tres entidades pidieron por escrito al Ayuntamiento y a la consellería de Medio Ambiente que se tomen medidas urgentes proponiendo retirar las redes como primera acción pero hasta el momento no han tenido respuesta y la situación es la misma. Además se mostró dispuesta a colaborar con la administración en todo lo que sea necesario para “compatibilizar a conservación do patrimonio natural e do arquitectónico”.
La asociación ornitológica recordó que los vencejos son aves protegidas por las leyes europeas y nacionales, haciendo referencia a la Directiva europea de aves en régimen de protección especial, y también que la legislación ambiental nacional protege los huevos y a las crías, prohibiendo expresamente “la destrucción o deterioro de sus nidos” y “la destrucción del hábitat”, por lo que se estaría cometiendo una infracción grave que está sancionada con multas que van desde los 5.000 hasta los 200.000 euros.
Una de las pocas colonias de vencejo pálido
El grupo Hábitat destaca que el edificio que se está rehabilitando alberga una de las pocas colonias gallegas de vencejo pálido, siendo la más emblemática de A Coruña y precisaría esfuerzos para su conservación. Subrayaron desde la asociación ornitológica lo perjudicial de esta situación sobre la colonia de vencejo común y pálido nidificantes en la fachada del inmueble porque se encuentran “en pleno período reproductor” y explican que tanto el vencejo pálido como el común aprovechan los espacios entre las ventanas y la propia fachada para instalar sus nidos y que además son aves que manifiestan gran fidelidad por el lugar de cría, volviendo al mismo nido a lo largo de los años.