El BNG anuncia que no votará a favor del PXOM previsto para el pleno por lo que el gobierno de Benito Portela lo retira del orden del día.
Milagros Lara
La crisis del gobierno en Sada sigue profundizándose tras anunciar el BNG que no votará a favor del Plan General de Ordenación Urbanística Municipal. Las discrepancias entre todos los partidos que forman el ejecutivo de Sada son habituales desde hace tiempo y, a medida que se acercan las elecciones municipales, no hacen más que agravarse.
En esta ocasión el motivo que provoca más tensión es el PXOM que estaba previsto elevar a votación en el pleno ordinario de 27 de abril y que, según fuentes municipales ha sido retirado del orden del día. El bloque, tras el ruido provocado sobre la participación de una edil en la selección para un puesto de trabajo en el GALP en el que un concejal del BNG actuaba como parte del tribunal, ya había amenazado con reservarse el sentido de su voto para el plan urbanístico pero el comunicado de ayer da un paso más al anunciar que no votará a favor.
Cambios significativos en el PXOM
Los nacionalistas argumentan que Sadamaioría les presentó un PXOM “diferente” al que votaron favorablemente en la aprobación inicial, coincidiendo así con la crítica del Partido Popular al sostener que se han hecho “cambios significativos” y, al igual que los populares, inciden en el hecho de que el Plan sometido a información pública “es diferente al que ahora se quiere aprobar.
El BNG señala que esos cambios fueron arbitrarios, sin que se les haya consultado, recalcando que se han hecho “al margen del gobierno local” del que forman parte, por lo que censuran la “falta de transparencia” de la Marea local. Relatan que además se les entregase el documento por parte de Sadamaioría con menos tiempo del necesario para estudiarlo y presentar sus aportaciones “un plazo de menos de una semana” afirman.
A pesar de ello, el bloque planteó sus propuestas, la más conocida es la referente al pazo de Meirás, para el que solicitaban que se eliminase del Plan urbanístico toda referencia a la expropiación con cargo a fondos públicos, , al considerar que no se debe pagar por propiedades expoliadas. Una propuesta política que fue rechazada por Sadamaioría, apoyándose en la normativa actual y que sin embargo el BNG considera “nula voluntad de aproximación de posturas” de la Marea y, especialmente del concejal de urbanismo, Francisco Montouto.