Entrevista al alcalde de Pontedeume, Bernardo Fernández. Por Milagros Lara.
Bernardo Fernández, alcalde y diputado provincial, tiene carisma. Aúna firmeza y decisión con cautela, una combinación ganadora en política. Sus años en la oposición son decisivos para comprender al político actual.
P- Alcalde, usted recuperó Pontedeume para la izquierda y lo hizo con mayoría absoluta ¿por qué cree que los vecinos le otorgaron tal grado de confianza?
R- Por varios motivos. Además de que uno gana las elecciones también hay una parte de quien gobernaba y las pierde. Hay méritos propios, ya que el trabajo de oposición que hicimos durante los últimos ocho años fue bueno, conjugando la fiscalización de la labor de gobierno y aportando propuestas en positivo y esto los vecinos lo vieron. Vieron también que había una capacidad de trabajo importante de quienes formamos esta candidatura, como así lo demostramos a lo largo de esos años dedicando mucho tiempo y esfuerzo a trabajar desde la oposición por nuestros vecinos y ellos lo valoraron positivamente. Además de estos méritos propios, en la otra vertiente está que la gestión del anterior gobierno era muy deficiente y los vecinos lógicamente eran conscientes de ello y les castigaron en las urnas.
P-¿Cuál fue la situación que se encontró al llegar a la alcaldía?
R-No me encontré nada que no me esperase, para bien y para mal. Encontré cuestiones que ya conocía. Como digo, estábamos en la oposición y aunque la información no fluía, había cosas de las que estábamos informados y otras que eran palpables a poco que uno se fijase. Y luego otras que no nos esperábamos tanto, como la situación económica del Ayuntamiento, con bastantes facturas pendientes de pago o situaciones del plan urbanístico de las que no se nos habían informado, del PEPRI por ejemplo, que llevaba dos años paralizado en un cajón.
P-Ante esto ¿cuáles fueron sus prioridades?
R-Nuestra prioridad era llevar a cabo nuestro proyecto para Pontedeume. Tenemos muy claro, esto en política es esencial y en política local más, por dónde queremos que vaya Pontedeume, cómo queremos que vaya y qué queremos que sea y, en base a esto, trazamos un proyecto. A esto nos dedicamos.
Primero, lo dijimos en numerosas ocasiones, poner al día el funcionamiento interno de esta casa, que aún no lo hemos conseguido al cien por cien porque considerábamos que no estaba funcionando como debía y eso al final repercute directamente en la prestación de servicios a los vecinos. Y después empezar por lo básico, que entendíamos que era mejorar las prestaciones básicas, por ejemplo, abastecimiento de agua. A continuación la política del detalle, cosas que son pequeñas en las que el coste no es muy elevado pero que de cara al vecino tienen mucha más importancia de lo que podamos pensar. Luego reforzamos mucho las políticas culturales, incrementando las actividades, porque además de dinamizar la cultura de un ayuntamiento y de tener unas connotaciones sociales muy positivas, también las tiene económicas al atraer a gente de ayuntamientos limítrofes.
Había muchos puntos en los que actuar porque era mucho lo que había por hacer cuando llegamos y en este año y ocho meses hemos dedicado un esfuerzo muy importante para que eso pudiera ir poco a poco poniéndose al día.
P-Han pasado casi dos años desde su toma de posesión, estamos en el ecuador del mandato ¿cuál es su balance de este tiempo?
R- Creo que el balance es positivo. Se han conseguido sacar adelante muchas propuestas, algunas muy llamativas, otras no y otras estamos trabajando en ellas. Pero lo que sí está claro es que yo estoy satisfecho en cuanto a que se está haciendo todo lo posible cada día para mejorar el entorno y la calidad de vida de nuestros vecinos.
Después, habrá cosas que vayan saliendo, cosas que se hagan más lentamente y cosas que igual no salgan pero cuando uno tiene la conciencia tranquila en cuanto a que hace todo lo posible, eso ayuda a que la valoración sea positiva. Los frutos de la gestión se empiezan a palpar, sobre todo ahora a partir de estos meses. El primer año es de gestión con otras administraciones para conseguir cosas y esto la gente no lo advierte, después, cuando se empieza a ejecutar, cuando se plasma esa consecución es cuando se ve.
P- Puesto que me está hablando de varias actuaciones dentro de su proyecto para Pontedeume, hasta el momento ¿de cuál de ellas se encuentra más satisfecho?
R- Una de las cosas que más me ha satisfecho es haber mejorado el trato con los vecinos, que la gente perciba que estamos aquí para servirles y que por lo tanto los tratamos de igual a igual e intentamos solucionar sus problemas en la medida de lo posible. Creo que el trato con el vecino ha mejorado muchísimo, pues la atención a sus problemas, en líneas generales, se tratan con más diligencia, más rápido y mejor.
Después hay otras muchas cuestiones como la regeneración del saneamiento, aprobar un plan urbanístico que aunque es un plan muy mejorable seguiremos perfeccionándolo con el tiempo, hemos conseguido sacar adelante la obra del mercado, se ha mejorado la imagen del pueblo en cuanto a la limpieza, servicio de recogida de basura, ornato público… Hay un caso que es muy significativo, como es el de la plaza de España, aquel solar abandonado que conseguimos que su imagen sea radicalmente distinta a la que se estaba ofreciendo en la principal entrada a Pontedeume .
Es decir, se han hecho cosas importantes. Nos habíamos comprometido a hacerlas por tanto tampoco es ningún mérito: es lo que habíamos prometido. Tenemos que empezar a acostumbrarnos, nosotros como políticos y acostumbrar a los ciudadanos, a que cuando uno cumple lo que promete no está haciendo nada especial, está haciendo lo que dijo que iba a hacer y eso es lo normal.
P- Usted ha hecho mención a ello y yo no puedo dejar pasar la oportunidad de preguntarle más a fondo sobre el problema del mercado. El mercado, un elemento dinamizador de la economía local, llevaba esperando años por su reforma ¿cómo afrontó este problema y cómo abordó su solución?
R- Para nosotros la prioridad era que el mercado en la plaza del Conde reabriera sus puertas lo antes posible. De hecho siempre dijimos adoptaríamos la medida que antes conllevase su apertura: si esto era modificar el proyecto, lo haríamos y si hubiese que contar con el mismo proyecto, lo haríamos. Y está fue la opción tras decirnos en Patrimonio que modificar el proyecto demoraría aún más las obras. Al final asumimos un proyecto aun sin compartirlo en su totalidad, dado que el fin que perseguíamos era que el mercado abriese cuanto antes porque es un motor económico para Pontedeume.
A partir de ahí nos encontramos, y esa fue una de las sorpresas, con que mucho de lo que decía el anterior gobierno que había no existía. Cuando llegamos aquí, repito, no había proyecto de ejecución, no había autorización de Patrimonio, no había convenio, no había ni tan siquiera una partida en el presupuesto municipal. Todo aquello que decía el PP que había se vino a desmontar cuando firmamos el convenio y eso lo pudo ver todo el mundo.
Es una tramitación muy compleja, es una obra muy compleja y, cuando ya empezamos la obra, nos encontramos con el problema de la cubierta. Una cubierta que tiene tres años aproximadamente, ejecutada por el anterior gobierno y que es, además y esto es importante reseñarlo, la que generó toda la problemática del mercado, es decir el cierre, los problemas con los placeros, la pérdida de clientes, fue todo a raíz de aquella obra y resulta que ahora, tres años después, nos encontramos en el punto de partida. Todo lo hecho y todo lo padecido por todos los actores implicados no ha valido absolutamente de nada y eso es lo triste.
Sí que es cierto que las obras ahora se retrasan por el tema de la cubierta. Hemos perdido 3 meses, pero bueno, a veces las cosas son como son y lo que hay que intentar es solventar los problemas con la máxima celeridad posible que es en lo que estamos.
P-El objetivo de terminar la obra en agosto ¿se puede cumplir o dados los contratiempos que se han presentado esta fecha se ha desechado?
R- No, no se va a poder cumplir por estos tres meses de retraso. Es cierto que cuando se adjudicó, nosotros, yo concretamente, aun sabiendo que el plazo acababa en agosto, dije que estaría en octubre o noviembre. Porque te curas en salud ya que este tipo de obras traen siempre complicaciones, imprevistos con los que no cuentas. Creo que en principio si todo va bien y no hay ningún escollo más, la finalización del la obra del mercado será a finales de este año o principios del que viene.
P- Hablemos de las relaciones entre administraciones. El cambio en la Diputación ¿facilita las cosas?
R- Si. En este caso, además soy diputado provincial y eso ayuda. Hemos conseguido un número de inversiones para Pontedeume, la última de ellas son los 200.000 euros de la travesía de Centroña, junto con otras más. Estamos diciendo que en año y medio las inversiones de la Diputación en este ayuntamiento superan el millón y medio de euros. Mucho dinero. Al final eso es labor de los alcaldes: gestionar con otras administraciones y conseguir cuantos más fondos mejor.
P- ¿Qué asuntos considera prioritarios para los dos años que restan para finalizar el mandato?
R-Uno de ellos es sacar ya adelante, por fin, la obra del mercado, el abastecimiento va por muy buen camino y tenemos ahora otra subvención de la Diputación de 185.000 euros para la red general lo que nos va a permitir cambiar otro tramo, hay otra petición del mundo de la cultura que es el auditorio, estamos trabajando en encontrar ubicación de cara a buscar los fondos necesarios…
Pero básicamente, aunque suena muy general, nos dedicamos a mejorar la vida de nuestros vecinos, a mejorar la imagen de Pontedeume, a potenciarlo, es un pueblo que vive del sector servicios, por lo tanto el turismo tiene un peso muy importante y a esto estamos dedicando un peso grueso además de esa política de detalles, del día a día.
P- Con honestidad, alcalde, gobernar con mayoría ¿es un “paseo militar” o la oposición le mete en algún aprieto?
R– Es muy cómodo, es indudable, porque además tenemos la ventaja de tener un grupo de gobierno muy cohesionado en el que la relación es excelente; las cosas se debaten, las hablamos entre todos pero siempre con un clima perfecto, espléndido, muy cordial. Eso ayuda mucho porque a veces tienes mayoría absoluta pero entre ellos se dan a matar con lo cual tampoco arreglas nada. Era un poco lo que pasaba en el anterior mandato con mi predecesor, que la relación entre los miembros de gobierno no era buena y las dimisiones de los concejales así lo acreditaron.
Te da una tranquilidad que no tienes estando en minoría aunque estoy de acuerdo que la relación con los grupos de la oposición no es igual con ambos. La relación con el BNG es buena, trabajamos coordinadamente, hacen propuestas, se atienden, les informamos, vienen por aquí…Con el PP no, porque el PP ni vienen ni preguntan. Ahora mismo el problema que tiene el PP en Pontedeume es que está haciendo oposición desde el resentimiento porque no han asumido un resultado [pasaron de 8 a 4 ] lo que les lleva a pensar que esto es injusto y porque no se han parado a analizar los motivos de ese resultado y por lo tanto siguen cometiendo los mismos errores. Falta autocrítica.
Me ha sorprendido de forma muy desagradable porque es una oposición muy deshonesta. No se puede estar mintiendo o calumniando. Es una oposición de un nivel muy bajo y muy poco responsable, no ya con nosotros, que eso es lo de menos, no hay la más mínima lealtad institucional, no existe. Están aplicándose al “peor es mejor” y eso es lo contrario a lo que nosotros hacíamos.
