Este fin de semana además de las fiestas en honor a San Miguel que se celebraron en la Costa da Morte (Muxía, Camelle) tuvieron lugar dos grandes eventos religiosos con fama en toda la provincia, Santa Minia de Brión y San Campio en San Ourente de Entíns (Outes). A pesar de la lluvia cientos de fieles se acercaron a los dos santuarios, muchos también llegados de Xallas, Costa da Morte y Bergantiños.
Multitud de romeros en San Campio
El domingo el santuario de San Campio se llenó de romeros en las tres misas de mañana, con largas colas para pasar una estampa por las rejas que protegen su tumba o depositar los cirios.
A la tarde prosiguieron los oficios. Fuera, los paraguas protegían a los fieles en el atrio y las pulpeiras no dejaban de trabajar. No se ven algunas duras imágenes de otros tiempos, con afectados del «mal cativo», los problemas que afectan a la cabeza. Pero si a docenas de personas siguiendo los ritos de rigor: pasar la estampa por el santo, dejar una vela en el altar, dar siete o nueve vueltas alrededor del cruceiro de la virgen del Rial (muchos cambiaban el sentido del viraje) y pasar un pañuelo por su fuente santa mientras se daban nueve croques a su santiña de piedra.
La misa de la una marcó una avalancha de fieles y problemas de tráfico, con autos llenando las zonas de aparcamiento habilitadas por el Concello y cualquier espacio en las pistas de acceso. La misas de mañana y tarde fueron atendidas por cuatro sacerdotes: José Ortoño, Jesús López, Marcelino Sánchez y Juan Benito Insua.