Este es el sexto artículo que publicamos, aunque en el libro la distribución es diferente. Recuerda que por poco más de 5 euros puedes conseguir el ejemplar encuadernado en Tapa blanda desde Amazon. O a 2.99 euros en formato Kindle.
EN EL CAPÍTULO ANTERIOR
El mailing
Es costoso, pero aconsejable. Me refiero a los envíos postales personalizados en las campañas. Hay que entrar en las casas con el candidato, pero si logramos reforzar todo esto haciendo entrar la foto del candidato y su mensaje vía postal, mucho mejor.
Muy importante redactar un texto ágil, que no sea farragoso ni excesivamente largo. Normalmente a la gente no le sobra el tiempo y echarán un vistazo a tu carta. Tienes pocos segundos para captar su atención. Un diseño atractivo ayudará sin ninguna duda. Necesitamos una carta que transmita un par de ideas clave, con la foto del candidato y también su candidatura y la papeleta. Es un arma efectiva.
Folletos
Siempre fui partidario de editar y distribuir boletines de cuatro páginas en donde el candidato y su partido expliquen el trabajo que hacen y detallen sus propuestas.
Y si antes de la campaña se pueden lanzar varios números mejor. Prefiero distribuir en meses distintos tres boletines de cuatro páginas, con fotografías, bien maquetados y mejor distribuidos, que una revista en un momento concreto. Y quiero recalcar que es irrenunciable un buen reparto de los mismos, y si puede ser mediante colaboradores del partido, mejor que mediante una empresa de buzoneo. Le darás un valor añadido al producto.
Libros
Cualquier acción que sirva para explotar las cualidades de un candidato es un punto positivo a mayores. Si tienes inquietudes, y estás escribiendo un libro técnico o de ficción, aprovecha los meses previos a las elecciones para presentarlo.
Hay que aprovechar todo lo que pueda darnos notoriedad y promoción. También puedes escribir (con ayuda si hace falta) un libro con tu proyecto político o de conversaciones, donde algún periodista te entreviste y publique el trabajo. Todo lo que sea reforzar la imagen es bienvenido pero ojo si el candidato es calvo, no alabemos su melena. Sin pasarse de la raya.
El programa
Haremos un programa creíble, que ofrezca propuestas a los distintos segmentos sociales y geográficos, y sobre todo que no sea un programa “marciano”.
No debemos tomarnos a pitorreo el programa electoral y no dejar su redacción para el último momento. Lo normal es recoger todas las iniciativas posibles bien en una publicación completa, bien en un tríptico (es muy manejable) o bien por ambas vías.
La maquinaria del partido nos permitirá conocer lo que quieren los vecinos, y si además podemos plantear un par de “propuestas estrella” será un programa bastante completo.
Las “propuestas estrella” o cualquier propuesta novedosa en materia de creación de empleo, grandes inversiones, etc podemos lanzarlas por separado, para atraer la atención mediática.
Tenemos un plan novedoso, para traer una empresa informática se instale en el municipio si ganamos. Resulta que un empresario conocido está estudiando ubicarse en la comarca, y no tiene preferencias geográficas. Y te dice que si ganas se vendrá para tu localidad. Esa sería una propuesta o promesa muy vendible.
Más papeles
Octavillas, dípticos, y trípticos siempre me han parecido un recurso eficaz, por su manejabilidad. Se entregan en una plaza, el paisano lo mete en el bolsillo y posiblemente lo lea. No hay un esfuerzo para guardarlo ni tiene que ir identificándose mientras camina. La gente suele echarle un vistazo. En un tríptico, puedes reunir lo esencial de tus propuestas, fotos, y las ideas fuerza.
Un recurso que siempre me ha parecido muy interesante ha sido la edición de octavillas (hojas sueltas). Si organizas un acto en un sitio determinado no te resulta un gran sacrificio diseñar un panfleto exclusivo referido a la localidad que visitas para repartir junto al material común de campaña.
“Comprometidos con Ciudad Blanca”. Los vecinos de esa localidad tendrán una especie de contrato personal con ellos, con la sensación de exclusividad y de que te has detenido a pensar en ellos. El texto puede ser extraído del programa general pero será un detalle bonito y personalizado.
Es por lo tanto un recurso eficaz para determinados momentos. Para una reacción espontánea durante la campaña o para incluir alguna propuesta en un acto concreto.
Mándame un Whatsapp
La tecnología ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años. Si los correos electrónicos fueron un auténtico boom, el Whatsapp ha enganchado a una parte numerosa de la sociedad.
Son dos excelentes y económicos recursos para mantener informado y movilizado a tu equipo de campaña. El Whatsapp te permite hacer grupos de colaboradores a los que tanto tú como el asesor podéis ir dirigiendo, informando y nutriendo de los mensajes oportunos. El correo electrónico también es un medio útil.
Si es posible crea una cuenta de correo para el partido, y no estaría de más tener un número de teléfono móvil con unos datos contratados para estos meses de locura y frenesí.
En el próximo capítulo hablaremos de las reuniones, mítines, y merchandishing …
