Xosé Manuel Lema @xmlema
Es una de las preguntas que más se hace en las tertulias políticas. El Partido Popular sigue teniendo una estructura fuerte en Galicia y el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo no está en cuestión y cuenta con un alto nivel de apoyo.
En donde aparentemente el Partido Popular nota un mayor desgaste es en las ciudades. El voto urbano del centro y centro-derecha es un caladero en donde los barcos de la armadora naranja han salido a faenar desde hace un tiempo. En su matrícula ya han acuñado el liberalismo y han focalizado sus mensajes hacia ese electorado afin al PP. Sin descuidarse de que pueden atraer votos del PSOE, aunque salir a pescar sardina y jurel al mismo tiempo es complicado. Intentan que una oferta centrada seduzca al votante.
Tener en cuenta el voto urbano
Si analizamos la presencia y la estructura de Ciudadanos, a día de hoy llegaríamos a la conclusión de que resultaría harto difícil que el partido de Albert Rivera fuera una alternativa al poder histórico del PP. Y que Galicia es Galicia y Cataluña es Cataluña.
Pero hay dos reflexiones que debemos hacer. En primer lugar, tenemos el “efecto Podemos” reciente, que en poco tiempo y sin claros referentes sobre el terreno, articuló las «mareas» municipales con un claro éxito.Hay que tener en cuenta que el ámbito urbano de Galicia se comporta como el resto de las ciudades españolas.
Pendientes de una estructura y también del PP
Eso implica que si Ciudadanos consigue articular una mínima maquinaria podría beneficiarse de los vientos que soplan, ahora mismo, a su favor. Aunque la política es como el tiempo;cambiante. En Galicia no hay, a nivel de imagen electoral, un Rivera o una Inés Arrimadas, pero tampoco hace unos años este partido era nada.
La otra reflexión a tener en cuenta es que las elecciones las suelen perder los que tienen el timón. En Galicia, los populares han demostrado en más de una ocasión su capacidad de remontada a las encuestas y a otros factores adversos. Pero que tampoco se crean que tienen un cheque en blanco para gobernar eternamente.
Al contrario, el paso de los años engendra vicios y comodidades que hacen perder la perspectiva, y cuando uno se da cuenta bajo sus pies en vez de la cálida moqueta tiene el infierno de la derrota.
Ah, la respuesta a la pregunta, como buen gallego, es depende.