Los partidos tradicionales pasaron de ignorarlos a parecer coches de choque en las fiestas patronales del pueblo. Ni al PP, ni al PSOE ni tampoco al BNG le interesa que el partido de Pablo Iglesias le pegue una dentellada al pastel que se vienen repartiendo los partidos tradicionales. A Izquierda Unida, integrada en la coalición AGE en nuestro país, tampoco le hace gracia que Podemos les adelante por la izquierda. Pero han elegido una táctica distinta. De momento.
La frase de Núñez Feijóo no fue un apunte inocente(“Eu son máis de Podemos cos de Podemos). Es estrategia acertada o equivocada pero es estrategia política. Lo acaba de ratificad el portavoz parlamentario popular Pedro Puy quién auguró un retorceso de la formación a medida que “se vaya estableciendo” como partido y la situación económica mejore.
Parafraseando a Todorov señaló que “los populismos son los enemigos íntimos de la democracia”, y aventuró que la sociedad irá dando la espalda a este tipo de opciones a medida que se vaya venciendo la crisis.
El portavoz nacional del BNG también ha alejado de Podemos y marca distancias, reivindicando una alternativa nacionalista para ebncontrar soluciones para los gallegos:”Galiza precisa máis ca nunca unha forza política propia que presente unha estratexia centrada nos problemas dos galegos e das galegas como obxetivo prioritatio, estretexia que non nos vai da ningún gabinete da Universiade Complutense»
Xavier Vence insistió en que la solución para por el BNG y quiere poner en valor delante la opinión pública su iniciativa de “asambleas abertas”.
