Año de elecciones autonómicas después de un retroceso histórico en Galicia. Activar debidamente su maquinaria tradicional y batallar en las redes sociales, son las asignaturas pendientes de los populares.
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Una fuerza con un arraigo histórico en el Fogar de Breogán
El Partido Popular de Galicia se enfrenta a un año clave, ya que aparte de la posibilidad de que haya nuevas elecciones, el 2016 tiene fijadas unas elecciones autonómicas que llegan en momentos de incertidumbre para los conservadores.
El PP siempre ha sido una fuerza muy potente y que echó hondas raíces en Galicia, estructurada en base al trabajo de su creador, Manuel Fraga Iribarne, y a distintos colaboradores (entre boinas y birretes) como José Manuel Romay Beccaría o Xosé Cuiña.
Cuando en 2005 un escaño separó a Fraga, con 83 años, de continuar en la presidencia de la Xunta, se encendieron todas las luces rojas en el partido, que ante la adversidad de la pérdida del poder, supo encontrar a un nuevo líder, Alberto Núñez Feijóo, y recuperar la confianza de muchos votantes.
Alarmas encendidas. Resultados por debajo de 1982
Ahora mismo, y después de varios avisos, en el PPdeG vuelven a estar las alarmas encendidas. En Galicia, los populares se situaron por debajo del 37,6 % de los votos que cosecharon en 1982, con la coalición Alianza Popular- Partido Demócrata Popular. Ya con las siglas del partido refundado por Aznar, nunca se obtuvieron resultados tan desastrosos.
Ni en el huracán electoral de Felipe González (1982) ni en la legislatura del “No a la guerra”, del Prestige y de la victoria de Zapatero (2004), los populares consiguieron porcentajes tan bajos.
Los dirigentes del PPdeG se empeñaron en decir que seguían tomando nota y que la renovación estaba en marcha, mediante una ponencia política que tiene su utilidad pero no llegó a las raíces del partido. Pregonaba orgulloso en el mitín de A Coruña, Mariano Rajoy que en cada lugar de Galicia hay una persona con una bandera azul, dispuesto a defender los principios de la formación. En realidad, esa es la fuerza de los partidos.
Demandan una mayor actividad de partido
Varios dirigentes locales del Partido Popular en la provincia de A Coruña parecen haber dado con dos factores claves, al margen de la crisis y del llamado fin del bipartidismo. Dicen que no existe la misma cercanía a las aldeas y calles. “Hay comités locales que la provincia que llevan años sin reunirse”, nos comenta un destacado militante desde tiempos de AP, con varias campañas electorales a sus espaldas y algún que otro cargo. Asegura que antaño había una mayor actividad como partido.
Otro veterano recuerda las reuniones y las visitas de cargos como Rogelio Aramburu, que como responsable comarcal se pateaba toda la Costa da Morte para desarrollar un trabajo político consistente. Evidentemente cuando pierdes más de quince puntos porcentuales en unos comicios, los fallos no pueden ir en una sola dirección.
Lo que sí es perfectamente medible, es que el PPdeG sigue sin aprovechar todo el poder de las redes sociales. Si bien a nivel estatal la situación está mucho mejor controlada, en Galicia los populares se han dejado golear tanto por las fuerzas emergentes como En Marea o Ciudadanos, como por el BNG (O Nós).
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Las redes sociales, otra batalla perdida para el PPdeG
Falta de presencia de sus máximos dirigentes, y de movimiento y estrategia en redes como Facebook o sobretodo twitter, que es un hervidero de actividad. Esa ha sido la tónica, que quedó de nuevo patente en las generales 2015. Y si no vas a la puerta del ciudadano o interactúas en el ámbito digital, estás creando unas barreras que dificultan el mensaje. Porque no todo son platós de televisión y titulares de prensa.
La propia Community Manager del PP, Ana Jiménez lo reconoce en una entrevista al portal Vice: “Es evidente que las redes sociales han cambiado las reglas de juego en el ámbito de la comunicación y, por tanto, la forma en la que los ciudadanos reciben mensajes por parte de los partidos políticos”. Además señala que las redes sociales pueden ser una herramienta útil para despejar las dudas de muchos indecisos.
Como señalo en mi libro “El Candidato ganador” (Amazon) un partido debe estar pegado a su entorno y busca el cara a cara con el votante y movilizar a sus colaboradores, pero también muy pendiente del Smartphone o de la pantalla del ordenador.
Si bien esta pequeña radiografía aporta un panorama complicada para la fuerza mayoritaria en Galicia, hay que decir que con nueve puntos por encima de la media nacional, y con la potente maquinaria de militantes y colaboradores que tiene el PPdeG, no resulta descabellado pensar en una recuperación. Cualquier persona con la que hemos hablado, pone condiciones a este posible arreón de la gaviota. Que se presente Núñez Feijóo y que el partido se ponga las pilas. En la calle y en las redes.
