12.3 C
Santa Comba
jueves, abril 25, 2024

La Ruta dos Muiños consigue su homologación

La ruta de senderismo pionera en la Costa da Morte, la Ruta dos Muiños de Ponte do Porto (Camariñas-A Coruña) vuelve a estar homologada por la federación de montañismo de Galicia, con el número PG-R 190, según informan desde la Axencia de Desenvolvemento Local de Camariñas.

«Co cofinanciamento da Deputación da Coruña, o Concello de Camariñas realizou a mellora, sinalización e paneis da Ruta dos Muiños da Ponte do Porto» informan desde la ADL. Con esta ruta son dos las homologadas en Camariñas. Una es la PR-G 158 de nominada Costa da Morte y la otra es esta de Ponte do Porto que transcurre por la desembocadura del río Grande do Porto.

«Camariñas conta con dous rutas municipais máis sinalizadas co RC-1 e RC-2 que percorren Punta Insua en Xaviña e O Litoral dende Camelle ata Camariñas» indican desde la ADL. Ponte do Porto cuenta con el mayor número de molinos de río de la comarca, con 25 aceñas en donde se llegaron a usar 40 ruedas. La mitad de los molinos son centenarios y documentados desde el siglo XVIII. Ponte do Porto cuenta con una ruta llena de naturaleza y arquitectura popular, con molinos de río singulares, por más que a día de hoy ninguno de los pocos en buen estado y funcionamiento se pueda visitar libremente. El abandono es la nota común de conjunto, con grave peligro de desaparecer. El cauce del río do Porto acoge la mayor parte, pero también sus afluentes conservan aceñas.

Los molinos ubicados en el cauce principal ofrecen una serie de características. En primer lugar, alguno de ellos son molinos de varias ruedas y con casa de molinero (Barbeiro, Insua, Sofía, Arriba). Hay molinos de cubo, privados (con un único propietario); o de vecinos, «de maquía», con horas de molienda repartidas por horas entre muchos propietarios. Algunos pertenecieron a la iglesia, como los de O Penedo, otros a la nobleza (Altamira, Maceda) que los fue cediendo en foro a la hidalguía o a familias de la zona (los Noya, os da Insua). Cuentan con magnificas obras de presas, muros de contención y canales.

Al final los molinos privados de nobles se fueron vendiendo a vecinos, y hasta hace medio siglo fueron un lucrativo negocio, una muestra de arquitectura rural preindustrial, usada por sus dueños para vivir de ellos y en ellos. Los molinos de maquía desde los años sesenta se fueron abandonando con la llegada de las molineras mecánicas. El Muiño de Noia o do Barbeiro por otra parte molino era el único de la provincia junto a uno de la zona de Negreira que funcionaba con un sistema de una turbina con tres piñoñes que movían cada rueda.

En el siglo XV había molinos en la comarca. En 1622 el mapa del cartógrafo Teixeira marca el molino de A Rega en Camariñas. Y en el siglo XVIII tenemos ya un listado preciso de molinos en nuestro concello, pero sobresalen en la comarca las 25 ruedas de molino de Ponte do Porto. En el siglo pasado llegarán a 40. Por ello podemos indicar que la mayor parte de las aceñas de la Ruta dos Muiños ya eran una referencia importante en el Catastro de Ensenada de 1753, y al menos estarían en funcionamiento desde el siglo anterior. Al grupo principal que se irán incorporando los molinos conocidos popularmente como «novos», o bien algunos e amplían en el siglo XIX sobre uno anterior. Los molinos mas antiguos de Ponte do Porto serían los primitivos o «vellos» de O Barbeiro y Sofia, antes de su ampliación en el siglo XIX y la anexión de casas. El de O Penedo, propiedad de la iglesia. Los de Arriba y Abaixo, o el de A Pesqueira en As Barrosas. El de Riazos o Cacharoza, en el río do Cura. El de A Cuncheira.

No podemos olvidar que en este cauce hay uno de los tres molinos de mareas que se pueden ver en la provincia, el de Cereixo, o muiño da Arcea, que fue propiedad de los condes de Maceda, señores de la torres de lugar.
Además de molinos de río, aprovechando la fuerza del agua y con sistemas parecidos se instalaron en el cauce ferrerías o mazos y también batanes para lanas. Lucas Labrada en 1804 cita tres batanes en Camariñas. Sabemos que en 1753 existía un batán en Cereixo. Y la memoria oral habla de otro en Xaviña. Mas importantes fueron las ferrerías de Ponte do Porto, unos mazos que servían para trabajar el hierro que llegaba del País Vasco o de Ribadeo y convertirlo en los aperos que necesitaban los campesinos. Se trataba de la mayor industria de este tipo que había en la Costa da Morte y estaban en As Barrosas en el lugar de Ferrarías, siendo propiedad del mayor noble de la zona y de la antigua provincia de Santiago, el conde de Altamira. En el documento derechuras y servicios de la casa de Altamira de 1592 se cita la obligación de los vecinos para con el V conde de Altamira don Lope de Moscoso Osorio de llevar el ganado mostrenco de los curros de Santa Cristiña y Camelle, limpiar las presas presar del molino del castillo de Vimianzo y de las ferrerías de Ponte do Porto «de manera que corra el agua libremente y haga bater dichos martelos».

También conocemos el nombre de un herrero vecino de Ponte do Porto en 1.600, Francisco de Vilar. Son pues una importante industria que no aparece e la «Relación del compendio del estado de Altamira» de 1724. Entonces la mayor parte de las ruedas son de la hidalguía menor o de vecinos. En el Catastro de 1753, cuando en nuestra parroquia había 134 casas (incluye Camelle y Arou) sabemos sin embargo que las ferrerías porteñas siguen funcionado, ya que en esta fecha en Camriñas hay dos galeones de cerco y nueve pataches que se dedican a la pesca. Pero en marzo, abril y mayo, los marineros se ocupan en llevar las capturas de pescado a San Sebastián en el País Vasco y vuelven con hierro que venden a su vuelta o traen a las herrerías porteñas. Al lado de este mazo se construyen casas y así nace un lugar habitado que aparece en los vecindarios de 1829,1852, como lugar de Ferrarías.

Según la memoria oral, el mazo dejó de funcionar porque precisaba mucha leña y los bosques colindantes, fundamentalmente carballeiras del conde, fueron despoblándose. Hoy solo nos queda la memoria de esta industria por el nombre de un lugar en la zona de As Barrosas y por las numerosos escorias de hierro que aun se ven por el río.

Es notable la existencia de un molino de mareas en el cauce del río do Porto, en este caso en el lugar de Cereixo. Era parte de las propiedades de los condes de Maceda y Taboada como las torres del lugar. En 1647 el señor de las torres don Juan Taboada Rivadeneira otorga un foro a los hermanos Andrés y Pedro de Espasante para que pudieran construir uno o dos molinos, pagando seis ferrados de trigo y dos gallinas cada año. Los Espasante figuran avecindados en Ponte do Porto en el siglo siguiente en varios vecindarios. La última condesa Micaela Fernández de Haro vendió torres y molino al médico de Ponte do Porto Eliseo Moreira en la primera mitad del siglo XX.

Pódeche interesar

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!
spot_img

Síguenos

7,820FansMe gusta
1,661SeguidoresSeguir
1,826SeguidoresSeguir
1,230SuscriptoresSuscribirte

Últimos artigos